Las casas rurales rozan ya el 60% de ocupación en agosto

Leo Cortijo
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Las previsiones que maneja Intur para el mes de septiembre son «muy positivas» y ayudarían «a salvar» el verano después de una primavera en blanco, ya que el número de reservas podría llegar hasta el 70%

Las casas rurales rozan ya el 60% de ocupación en agosto - Foto: Reyes Martí­nez

Ningún ámbito empresarial ni sector económico permanece ajeno a las consecuencias de la pandemia. Para bien (en el menor de los casos) o para mal (en la enorme mayoría), todo el mundo las sufre. Debido a la capital importancia que tiene en un país como España, uno de los sectores en los que primero se puso el foco fue en el turismo. Tras dejar atrás, por el momento, lo peor de la crisis sanitaria, todas las miradas apuntan ya al verano y a cómo el coronavirus, todavía ahí, condicionará los hábitos turísticos.

En este sentido, según vaticinan los expertos en la materia, éste será un estío en el que el turismo de sol y playa se sustituirá por el de interior, el rural y el de proximidad. Y ahí Cuenca tiene mucho que decir.

Así lo corrobora el presidente de Intur, la asociación de turismo rural y de interior de Castilla-La Mancha, Juan Carlos Tébar. Tal y como explica a La Tribuna, las reservas en este tipo de establecimientos para el mes de agosto ya rondan en torno al 50-60 por ciento de la ocupación total. Septiembre no se quedará atrás y baraja unas previsiones que podrían incluso superar las cifras de años anteriores. De esta forma, del 60 por ciento habitual se podría llegar hasta el 70 por ciento. Julio, sin embargo, será más «flojo» porque está a la vuelta de la esquina y «todavía no están establecidas las comunicaciones entre las diferentes provincias». En este momento, la ocupación para el próximo mes oscila entre el 20 y el 30 por ciento.

Con esta positiva proyección sobre la mesa y después de una primavera en blanco, el máximo responsable de Intur sostiene que «así vamos a poder salvar bien la temporada de verano». No en vano, los empresarios del sector «somos bastante optimistas con esta reacción por parte de los turistas porque desde hace dos semanas están llamando y haciendo reservas».

En cuanto al prototipo de visitante, en líneas generales, se trata de familias pues «se buscan casas completas, con piscina incluida», de Madrid y de la Comunidad Valenciana. Aunque Tébar destaca que este año, de forma excepcional, se nota un repunte de los propios castellano-manchegos, «ya que muchos están optando por hacer turismo regional».

Asimismo, no esconde la «esperanza» entre los empresarios del ramo, y es que «si todo va bien y el aspecto sanitario no se estropea, la gente está empezando a ganar en confianza y, siempre desde el respeto, con cabeza y cautela, está deseando salir y tener vacaciones después de tres meses encerrados en casa».

Ahí entra en juego el potencial de Cuenca, que junto al conjunto de la región, ofrece «justo lo que se busca en estas circunstancias». Es decir, «tranquilidad, naturaleza y aire puro alejados del turismo masivo de playa», a lo que además se suma el «atractivo» gastronómico, cultural, patrimonial y paisajístico. «Ofrecemos casas rurales con encanto, de buena relación calidad-precio y una oferta complementaria de actividades de turismo activo», sentencia al respecto.

Ahora bien, para atraer a esos turistas todavía indecisos y potenciar la imagen de la región, desde Intur creen «imprescindible» lanzar una campaña de promoción del turismo rural y, añaden, «en ello se está trabajando». Todas las comunidades autónomas saben que este año el turismo de interior es fundamental y por ello preparan campañas muy agresivas para mostrar lo mejor de cada una. «Ahí Castilla-La Mancha tiene que estar», considera Tébar, «y por eso el apoyo institucional es ahora más importante que nunca».

Sellos de calidad. También resulta fundamental apoyar certificados para aquellos establecimientos que han trabajando los protocolos de seguridad contra la Covid-19. Una especie de sello o distintivo que transmita «tranquilidad» a sus clientes y que además sirva como una herramienta de marketing. En este sentido, valora la «gran capacidad de adaptación» del sector a la situación y a las normas vigentes. «Nuestros empresarios se lo están tomando muy en serio», afirma, «se han preparado bastante bien en todos los sentidos y siguen los diferentes protocolos y las directrices sanitarias».

Con todo, los alojamientos rurales y los negocios paralelos que los envuelven están «preparados para la siguiente fase», que es abrir definitivamente las fronteras entre provincias. «Ese es el factor fundamental para que el turismo y nuestra actividad empresarial arranquen de una vez por todas», termina Tébar.