Begoña Marlasca Gutiérrez es la directora de la Biblioteca Pública Fermín Caballero, un cargo del que se siente muy orgullosa. Marlasca considera que este centro no es sólo un lugar en el que obtener información, también es un espacio de aprendizaje «vital para nuestra ciudad».
Marlasca asegura con orgullo que esta biblioteca es la primera y la más antigua de toda la provincia. «El primer documento oficial que consta de su existencia es de 1846, aunque sabemos que fue antes pero no hemos encontrado hasta ahora documentos. Su historia-prosigue- discurre muy paralela a la existencia del instituto Alfonso XVIII». Esta razón y muchas otras son las que hacen a la Biblioteca Pública del Estado en Cuenca un lugar inigualable para nutrirse de información y cultura.
Esta biblioteca tiene una colección de libros que data del siglo XVI hasta ahora y que deriva, por tanto, de todo lo que actualmente se considera el patrimonio bibliográfico español. «A eso se le añadió una colección local nutrida desde el siglo XIX con publicaciones sobre Cuenca. Esta biblioteca es la contenedora de la historia de Cuenca, tenemos un archivo completo y muy valioso, por ello tenemos la obligación de ampliarlo, difundirlo y completarlo», explica la directora de la Biblioteca.
Begoña Marlasca ve imprescindible la labor de las bibliotecas para el «desarrollo social y cultural de la población en la que está».
«Es imprescindible para el sostenimiento de la democracia, para la participación ciudadana. Aquí se confluyen todos los ciudadanos y con ello se construye la ciudad. Es un elemento imprescindible para el desarrollo de la ciudad- prosigue- Si desapareciera sería un tremendo error para la evolución social de la ciudad. Cosa que parece que quieren porque nos van quitando cada vez más». Con estas razones parece prácticamente imposible que sedes como la Fermín Caballero sumen, día tras día, recortes en sus plataformas tanto en medios económicos como de personal.
«Nosotros contamos con un cuerpo de voluntarios que ya lo quisieran otras ciudades trescientas mil veces más grandes que la nuestra. Esta funcionando muy bien gracias al tiempo que nos dedican y la formación que han ido adquiriendo», recalca Marlasca.
La directora de la biblioteca pública del Estado en Cuenca tiene muy claro que la esencia de una biblioteca pública es la «apertura total hacia la ciudadanía y a la inversa, la ciudadanía debería de cuidar mucho más de lo que cuidan sus biblioteca. Estos centros son los galantes de sus derechos y sin ellos, no existirían nuestros derechos». A pesar de ello recalca que existe una gran variedad de conquenses que cuidan perfectamente su centro.
Grandes datos. La Fermín Caballero recogió una cifra superior a las 275.000 personas a lo largo de todo el año 2012. El promedio excede de las 1.000 visitas diarias.
En la gran familia que forma la biblioteca son 24.626, algo más del 44 por ciento de la población total de la capital. Los usuarios que hacen uso de los prestamos se acerca a las 10.000. Unos datos de escándalo para una biblioteca a la altura de Cuenca.