Llega la hora de la verdad para Maximino Pérez, esa que se repite cada año con la presentación de los carteles de la Feria de San Julián. Una nueva prueba de fuego ante la exigente afición conquense, que espera del empresario lo mejor de lo mejor. Por su parte, su deseo no es otro que ilusionar a sus abonados con alicientes y sorpresas cada feria taurina, y eso es muy complicado conseguirlo todos los años. Ahora bien, hasta la fecha, lo ha conseguido con nota. Y prueba de ello es la correspondencia que encuentra por parte del público, que han posicionado a Cuenca como la tercera feria de España en número de abonados.
En palabras de Maximino Pérez, «conseguir algo así no es nada fácil, y más cuando llevas organizado ferias taurinas en esta ciudad desde hace más de una década y media». Por ello, continúa, «por nuestra parte, tenemos que poner toda la carne en el asador, y eso significa ser imaginativos, crear expectación, generar ilusión y ofrecer unos carteles con alicientes, sorpresas y mucha calidad». En este sentido, la apuesta de este año vuelve a ser la misma que en la anterior feria, y es que «la Champions del Toreo se volverá a jugar en Cuenca». De esta forma, por el coso del Paseo de Chicuelo II pasarán las principales figuras, acompañadas de jóvenes toreros emergentes y de los principales triunfadores de las ferias más destacadas del país.
Fidelidad. El máximo responsable de la empresa MaxiToro confiesa su especial relación con Cuenca y su afición, que tanto apoyo le ha dado desde que llegó a la ciudad desde su natal Fuenlabrada. Ese cariño recíproco «hace que demos lo mejor de nosotros, y la Feria de San Julián 2015 no será menos, y es que la afición merece que mantengamos el mismo nivel de exigencia en todos los sentidos». Por ello, avanza que el ciclo sanjulianero que el próximo lunes verá la luz de forma oficial, «no dejará indiferente a nadie, será tan importante como los que hemos organizado hasta ahora y supondrá que esta feria se posicione otro año más como una de las más importantes del año».
Esta trayectoria se ha fraguado a lo largo de un proceso que arrancó aún en el siglo XX, que parece quedar muy lejano, y es que en verdad lo es. «Me quedé con Cuenca en una situación crítica, allá por 1999. Entonces eran tres festejos. Ahora son siete: cinco corridas, una de ellas de rejones, una novillada de promoción y un festejo de recortes». Lo que, continúa con una sonrisa en la boca, «para ser una ciudad de 50.000 habitantes no está nada mal». Hoy en día, la Feria de San Julián, dentro del panorama taurómaco, «es una de las ferias más solventes y con mayor personalidad». De hecho, hace unos años, en 2012, un estudio demostró que la rentabilidad de los cinco días de feria taurina era de 1.300.000 euros generados en ese plazo».
Ahora bien, este año es especial, y es que ha firmado un contrato que le une a la plaza por un periodo de 25 años. Eso supone, al mismo tiempo, un desembolso económico importantísimo, de en torno a 700.000 euros, para acometer las obras de mejora en el coso conquense. «Yo soy un jugador nato, pero este contrato a tan largo plazo es una apuesta de riesgo, porque las obras las paga sólo la empresa», sentencia.