Esther de la Cruz, licenciada en Bellas Artes, inauguró ayer en el Teatro Auditorio de Cuenca la exposición Ciclo dentro del programa municipal Días de arte conquense.
En la muestra, De la Cruz exhibe once cuadros en acrílico sobre tabla relacionados con los ciclos de la vida, acompañados de una serie de bocetos -expuestos en vitrinas- en los que muestra proyectos anteriores que han derivado en la realización de éste trabajo.
La artista explica que con Ciclo ha querido hacer un símil entre los ciclos de la naturaleza y los ciclos de la vida humana, para hacer alusión a un fenómeno que, de manera inconsciente, sucede a lo largo de la vida: la sucesión de acontecimientos que te vuelven a llevar a una configuración primaria, desde la cual uno parte.
Los trabajos de De la Cruz parten del pensar que las cosas pueden cambiar cuando uno actúa de manera diferente, pero te vuelven a llevar a un estado incipiente. Así, conceptos como repetición, naturaleza y causa-efecto son recurrentes en esta serie, que a través del color, la figuración y la repetición de elementos figurativos como las hormigas, trasladan al espectador a un paisaje surrealista, donde no hay avances, sino una trayectoria cíclica.
La artista. Esther de la Cruz nació en Cuenca en 1985 y se licenció en Bellas Artes en la facultad de la UCLM en el año 2008. Ha expuesto en tres ocasiones de forma individual en la capital conquense -la última ahora en el Teatro Auditorio de Cuenca-, y una en Madrid. Concretamente, en el centro cultural San Juan Bautista.
El pasado mes de septiembre, su cuadro Ego fue seleccionado para ser exhibido en We are BCN. Y, en estos momentos, otra de sus obras se muestra en Gijón dentro de la exposición colectiva denominada Miradas abstractas.
Su próxima exposición tendrá lugar a finales de marzo en la vinoteca WH Wine House. En ella se pondrán ver sus trabajos realizados en torno a la Semana Santa de Cuenca sobre cartón pluma, y con una técnica patentada por ella misma a base de transferencias, fotomontajes y pintura.