El responsable de Ingeniería de Suelos e I+D de Enresa, Julio Astudillo, presentó ayer en el marco de las sextas jornadas de Enresa el Plan de I+D 2014-2018 de la empresa pública, un conjunto de programas y desarrollos científicos y técnicos que buscan dar soporte a retos en la gestión de los residuos radiactivos como la construcción y puesta en marcha del Almacén Temporal Centralizado (ATC) en Villar de Cañas; el desarrollo del centro tecnológico asociado a esta instalación; o el apoyo a las actividades de desmantelamiento de instalaciones nucleares, entre ellas la de José Cabrera.
Para la puesta en marcha de estas actividades, Enresa destinará 27 millones de euros de sus presupuestos, con unas inversiones anuales que variarán entre 4,2 y 7 millones de euros, revisables cada año.
Según apuntó Astudillo, en los objetivos estratégicos establecidos para el Plan de I+D 2014-2018 tienen un protagonismo «especial» los relacionados con el licenciamiento y la construcción del ATC. Así, relató que cabe destacar programas para profundizar en la caracterización, aceptación, evolución o transporte del combustible nuclear; desarrollos dirigidos a optimizar la fabricación, duración y optimización de las cápsulas de almacenamiento del ATC; estudios relacionados con la monitorización de la futura instalación y las tecnologías de instrumentación de las que estará dotada, prestando especial atención a la robotización de los procesos y a los sistemas remotos de intervención.
Por lo que respecta al Centro Tecnológico asociado, explicó, el nuevo plan quinquenal prevé el desarrollo de programas de investigación específicos para los laboratorios de combustible, de materiales y de prototipos y procesos. Está previsto también la puesta en marcha de programas de formación en temas de manejo de prototipos, instrumentación o robotización.
Objetivo. El séptimo Plan de I+D de Enresa se ha estructurado en cinco grandes líneas. La primera, la tecnología del residuo, centrada en el estudio del combustible gastado, los residuos de alta actividad y de baja y media actividad.
La segunda área se centra en el desarrollo de tecnologías de tratamiento y acondicionamiento, y la mejora de los procesos de desmantelamiento de instalaciones nucleares y radiactivas. La caracterización y comportamiento de los materiales y sistemas de confinamiento de los residuos radiactivos centran la atención de la tercera área de trabajo, en tanto que la cuarta tiene como objetivo la elaboración de modelos de procesos y sistemas, el avance de los procesos de restauración ambiental, la protección radiológica o el estudio del clima y los suelos.
Finalmente, el apoyo a infraestructuras y la coordinación y gestión de activos centran el punto de atención de la última área en que se estructura el plan.
Enresa ha destinado unos 160 millones de euros a planes de I+D desde su creación en 1986. Unas inversiones de las que, según destacaron, se han visto beneficiados grupos de investigación de empresas y universidades españolas que han participado en desarrollos tecnológicos y científicos promovidos por la empresa pública. A través de estos planes se ha conseguido integrar equipos de investigación altamente cualificados, en los que participan técnicos y científicos de organismos y centros de investigación como Ciemat, CSIC, Enusa, Ensa, Tecnalia o Aitemín.