Es su primera aventura en un tatami europeo, pero tiene la convicción de hacer un gran papel para que su gente se sienta «orgullosa» de él. Sergio Martínez, armado de valor y confianza, participará este fin de semana en el Campeonato de Europa de Wushu, concretamente en la modalidad de Sanda. El joven conquense tiene mimbres suficientes como para brillar y acude a esta cita en Estocolmo (Suecia) después de un arduo trabajo, sacrificio y perseverancia.
Es una de las grandes promesas del club conquense Lao Jia Wu Shu y, en esta ocasión, representará a España en este Europeo tras recibir la llamada del seleccionador nacional. «Espero poder hacer buenos combates y devolver a todas las personas del club, familia y amigos la confianza que tienen en mí», señala. Este joven de tan solo 19 años de edad es el flamante campeón de España tras alzarse con la medalla de oro hace apenas unas semanas en Madrid. Compite en la categoría de menos de 70 kilogramos, concretamente «en la horquilla entre 65 y 70 kilogramos», y tiene una gran mentalidad para salir a por todas en cada lucha.
Tiene mucho mérito el hecho de estar en Suecia, bajo el amparo de España, ya que ganar el título nacional no te asegura estar en esta cita. «Te tiene que elegir el seleccionador entre todos los luchadores, independientemente de que seas campeón», apunta. Cómo se desenvuelve en cada combate y su potencial son razones suficientes como para convocarle.
El debut llega hoy mismo a las diez de la mañana. El peleador conquense, que es la primera vez que vuela en avión, se estrenará ante el polaco Hubert Dylewski, atleta que cuenta con una amplia experiencia internacional. Sin embargo, Sergio Martínez está convencido de hacer un buen combate e «intentaré ganar para pasar a la siguiente eliminatoria». Estar en un Europeo es un gran paso, pero «ya que voy a participar, quiero hacerlo de la mejor forma y obtener el mejor resultado». También piensa disfrutar de esta «gran experiencia y oportunidad».
Los combates exigen una gran capacidad física, ya que son tres asaltos de dos minutos cada uno y a tiempo parado. En el Sanda, que es una de las modalidades del Wushu, se puede dar «puñetazos y patadas» en todas las alturas del cuerpo, contando además con muchas técnicas de artes marciales. Sin embargo, cuando uno de los dos luchadores cae al suelo, «no se le puede tocar, y hay que esperar unos segundos para que se incorpore de nuevo». En cada una de las cuatro esquinas habrá un juez, además de otro adicional como árbitro principal. Los cinco impartirán justicia tras el recuento de puntos, siempre y cuando no haya antes un KO.
Exigencia. Teniendo en cuenta la exigencia, Sergio Martínez explica que «he entrenado hasta seis días a la semana, tanto por la mañana como por la tarde, para llegar en las mejores condiciones físicas posibles». También ha aumentado la carga física y ha adquirido más conocimientos gracias a sus monitores del Lao Jia Wu Shu para que sus probabilidades de éxito se disparen. «Fue recibir la llamada de la selección y ponernos manos a la obra sin apenas descanso», reconoce.
Sergio Martínez, que estudia doble grado de Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Turismo, reconoce que el Sanda, que es una disciplina que conoció hace ocho años, «era en un principio solo un deporte que me gusta mucho, pero ahora se ha convertido en algo más». Y es que el futuro está aún por escribir. Este joven tiene mucho futuro por delante y ahora quiere dejar huella en el Campeonato de Europa, sin perder de vista el Mundial del próximo año al que también le gustaría acudir. El tatami dictará sentencia.