El equipo juvenil del Conquense consuma su ascenso a División de Honor después de firmar una temporada extraordinaria, con un bagaje de 23 victorias, tres empates y solo dos derrotas. Aún restan seis jornadas para que acabe el campeonato, pero los números colocan definitivamente a los pupilos de Javi Soria en la máxima categoría juvenil. Es toda una hazaña y el resultado de un trabajo impecable de muchos meses. 

El técnico reconoce sentirse «muy contento» por el rendimiento de sus jugadores y tras citarse con la historia. Mucho más tras conseguir un hito «tan importante» con el club de sus amores. Eso hace que la felicidad «se multiplique».
Javi Soria apunta que la clave del ascenso ha sido la «unión que hemos tenido», donde los chicos «han interpretado todo lo que nosotros queríamos». El trabajo se ha traducido en una gran familia, que es algo clave para conseguir estos retos y objetivos tan ambiciosos.  

El ascenso es el primer objetivo del Juvenil del Conquense, que marcha líder en la Liga Nacional Juvenil, pero todavía tiene una cuenta pendiente, que es acabar como campeones de la categoría y no solo conformarse con ocupar una de las plazas que permiten jugar el próximo curso en la mejor categoría. El técnico detalla que «no hemos conseguido nunca estar por delante del Albacete y creo que es una oportunidad que no podemos desaprovecharla». 

Los conquenses aventajan a los albaceteños, segundos clasificados, en diez puntos cuando faltan por disputarse 18. Además, Javi Soria, que reconoce que le gustaría mucho entrenar al equipo el próximo curso en División de Honor, ensalza que competir contra las mejores canteras de España, muchas de ellas de equipos de Primera División, será «un plus muy importante para el club y la ciudad». También lo será para «la imagen del Conquense a nivel nacional»