Se llama Moflete y es un simpático pajarillo con bufanda roja que enseña los colores y los números a los más pequeños de la casa. Es el personaje protagonista de los dos libros, por ahora, cuyos textos pertenecen al escritor y maestro de Infantil, ya jubilado, Agustín Porras, y han sido trazados por el ilustrador y diseñador conquense Arturo García Blanco. Moflete vio la luz en su primer volumen, ‘Moflete, el elegante’, y su éxito hizo que recientemente se haya editado el segundo número de la colección: ‘Moflete ya sabe contar’.

De bella manufactura, cuidada al detalle, la obra narra las andanzas del pajarillo, que enseña los números, del 1 al 10, a niños y niñas en edad infantil. Eso sí, el dibujante opina que «todo es relativo. Está enfocado para una edad, pero al final el baremo puede ampliarse. Diría que es desde los tres años a los seis, pero mi hija mayor, de ocho años, lo disfruta. Se centra menos en el texto poético y sencillo, para niños pequeños, pero siempre intento que con la ilustración se gane ese espacio imaginativo para los que son más mayores».

Confiesa el ilustrador que el libro, elaborado y desarrollado durante los meses de pandemia y confinamiento, ha tenido un efecto reconfortante para los propios creadores. «Cuando pienso en el dibujo, se me olvidan las mascarillas y todos los problemas que conlleva la vida fuera del estudio, fuera de la mesa de trabajo. Vino muy bien porque ha sido liberador», reconoce el diseñador, que revela que, a la hora de ilustrar, combina lo analógico y lo digital para lograr su particular y singular estilo característico. Del lápiz y la hoja en blanco, de los bocetos previos hechos a mano, a la digitalización y al posterior entintado con aplicaciones profesionales.

Claro está, las restricciones han impedido que este libro ilustrado pudiera presentarse en actos públicos, pero tampoco descarta que en el futuro se pueda mostrar y enseñar. «Ahora mismo presentarlo en sitios pequeños, caso de una librería, es complicado. Una vez que abran un salón de actos, con su distancia de seguridad por supuesto, será importante darlo a conocer y  que el propio autor del texto pueda exponerlo», cuenta el ilustrador.

Papel vs digital. Conviene el creativo que la ilustración no solo está experimentando un auge entre el tierno público, sino que crece en el mayor porque «la gente nace ya con ello. Ven dibujos animados en la tele, tienen sus cuentos infantiles y de ahí se pasa a los cómics. La ilustración ha dejado de ser de ámbito infantil y publicitario. Las nuevas tecnologías también han contribuido a ello en los últimos 20 años». 

Además, observa el tirón que sigue teniendo el papel frente a lo digital. «Tengo que reconocer que el libro en sí, por mucha gente que diga que desaparecerá, no lo hará. La gente sigue consumiendo y va a librerías. Tiene esa parte física, de pasar la página sin tener que deslizar el dedo. Todo tiene su momento, ninguna opción va a reemplazar a la otra». Eso, y la importancia «de que padres e hijos puedan compartir» en torno a un libro.

Dada la buena aceptación del primer volumen, García Blanco y Porras trabajan en un tercer libro que podría ver la luz a finales de año. «Tengo ya el texto del tercer volumen para poder empezar a trabajar en los bocetos previos», afirma García Blanco, que explica que «al ser un texto ilustrado requiere varios procesos de trabajo. El texto que elabora el autor, el trabajo previo de encaje para saber las páginas que va a tener el libro y luego ponerse a trabajar en cada una de las ilustraciones».

‘Moflete ya sabe contar’, editado por Pregunta Ediciones, puede adquirirse ya en la Librería Lorca, en Marcos Garrote, en La Comicteca y en el estudio del Grupo Desenfoque, empresa dedicada al diseño que el propio creativo dirige.