Carlos Latre: «Hasta hace poco la imitación era un arte menor»

Manuel Pérez
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Los conquenses podrán disfrutar hoy del espectáculo '15 años no es nada' en el Teatro Auditorio de Cuenca a las 19 y las 21,30 horas

 
Tras una gira de tres años poniendo en pie teatros de toda España con la exitosa y sorprendente Yes, We Spain, Carlos Latre vuelve al teatro para celebrar sus 15 años en la profesión. El actor ha confeccionado un one-man-show más cercano y divertido que nunca en el que revisa todos los referentes de su trabajo en radio, televisión, cine, publicidad y teatro y actualiza su lista de más 500 personajes. Los conquenses podrán disfrutar hoy de la actuación en el Teatro Auditorio de Cuenca a las 19 y las 21,30 horas (entradas agotadas para esta función).
‘15 años no es nada’, pero a usted le han dado para mucho. ¿Le da vértigo echar la vista atrás?
Bueno, todavía esa sensación no la tengo porque soy joven y, aunque empecé muy joven en este mundo, aún creo que me queda mucho por hacer. Sí es cierto que siempre he sido precoz y que a mis 36 años he vivido muchísimas cosas que mucha gente vive más adelante, pero estoy plenamente feliz de todo lo hecho y con ganas de celebrarlo.
En estos años ha trabajado en radio, televisión, cine, publicidad y teatro. ¿En qué medio se siente más cómodo y cree que se desenvuelve mejor?
En teatro, sin duda. Empecé en la radio, me consagré en la televisión, probé el cine y me gusta mucho el doblaje cinematográfico y la publicidad, pero el teatro es mi favorito. El contacto directo con el público, el calor de toda esa gente expectante por verte, por pasar un buen rato y, sobretodo, los comentarios a la salida. Me encanta pararme siempre en la puerta al salir y escuchar todo lo que me tienen que decir. Lo más bonito es que tanta gente me diga «gracias por hacerme olvidar los problemas durante un rato y simplemente disfrutar». Es maravilloso.
En su nuevo montaje lleva a escena a 150 personajes, ¿qué hilo conductor hace que tenga sentido aunar en un mismo espectáculo a Mariano Rajoy con José Luis Moreno y Karmele Marchante?
Represento a todos los personajes que han marcado mi vida profesional hasta el momento, las nuevas incorporaciones y todos los que la actualidad demanda. Así como mi anterior show era una obra de teatro, en este caso se trata de un gran espectáculo. Luz, música, coreografías, personajes… El hilo conductor es mi vida en los medios y aprovecho esa mirada hacia atrás para dar cabida a todos los mundos que me han marcado profesionalmente.
Imita a políticos, cantantes, monarcas... ¿qué características tiene que tener un personaje para que sea imitado por usted?
Creo que la más importante es la actualidad. Sin duda, en mi trabajo, si un personaje está de moda tú tienes que hacerlo. Después llega el momento de ver cómo te adaptas a él, el enfoque y, para mí fundamental, buscar lo que el público recuerda de él para encontrar la máxima hilaridad.
¿Cómo es el proceso de preparación de un nuevo personaje?
Fundamentalmente me fijo en la voz, sin duda. Siempre hay alguna vocal o consonante que suena especial, algún tono específico, una cadencia concreta. Posteriormente, se completa con la gestualidad y la expresividad. La forma de moverse o de gestualizar acaban de perfilar un retrato humorístico de un personaje.
Si importante es preparar al personaje de forma gestual o fónica. Imagino que también lo es el texto.  
Completamente. Es, yo diría, el 50 por ciento. Si lo haces muy bien pero no es gracioso lo que dices, no hay gag. Trabajo desde el inicio con un equipo de guionistas que me ayudan muchísimo en la tarea de no perder hilo de la actualidad y saber buscar la punta a todas las situaciones. Hay que ser original para diferenciarse.
A diferencia de otros imitadores, usted suele prescindir de la caracterización en sus imitaciones. ¿Por qué lo hace? ¿Cree que no aporta nada?
Creo que es necesario en función del momento. En Crónicas Marcianas era tan importante la caracterización como la imitación. Teníamos un maravilloso equipo de maquillaje, peluquería y caracterización que lograba que aquel personaje tomara casi vida. Pero en el espectáculo teatral opto por la sencillez. Buscar el referente directamente en la voz, sin artificios y sin elementos. Es mucho más purista pero mucho más efectivo.
¿Ha tenido alguna vez problema con el personaje de carne y hueso por su imitación?
 No, por suerte ninguno. Me gusta trabajar con la base del respeto. Para mí es muy importante no herir nunca con lo que hago o digo. 
Y a usted, ¿le han salido imitadores a lo largo de estos años?
Pues no lo se. Pero sí creo que la profesión se ha hecho mayor. Hasta hace poco la imitación era un arte menor, un subgrupo del humor. Creo que hoy en día hay grandes humoristas y todos tienen un puesto muy importante en el grupo de excelentes cómicos que hay en este país.
¿Quiénes son los imitadores de referencia para Carlos Latre?
Siempre los nombro pero, realmente, fueron los que me marcaron: Martes y Trece, Cruz y Raya, Alfons Arús, Pepe Rubianes, Miguel Gila, Pedro Ruiz. Todos ellos me aportaron mucho y con todos  aprendí cosas de mi profesión.
¿Qué proyectos tiene en el horizonte más próximo?
Por suerte sigo con la gira que está arrasando por toda España. Y tendremos que prorrogar porque nos siguen llamando de todas las ciudades. A corto plazo, quiero disfrutar de este fin de semana en Cuenca. Es la primera vez que actúo aquí y me apetece mucho dar un paseo por la ciudad, entrar en contacto con su gente y poder ofrecer mi show al público, que espero que disfrute en el Teatro Auditorio.