Órdago de Gómez Cavero: «O se queda Matarranz o me quedo yo»

Leo Cortijo
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El líder de Cuenca nos Une avanza en primicia en 'La Tribuna' que tras el cisma abierto uno de los dos «tiene que salir» y que eso lo decidirá «la mayoría» antes del próximo Pleno municipal.

Isidoro Gómez Cavero, a la derecha, durante un Pleno municipal junto a Marta Tirado y Dámaso Matarranz. - Foto: Reyes Martínez

El sinuoso camino por el que circula Cuenca nos Une dibuja curvas en el horizonte y no son precisamente de fácil trazado. «O sale él o salgo yo». Contundentemente explícito. Así se muestra Isidoro Gómez Cavero, máximo responsable de esta agrupación independiente, en relación al cisma abierto a raíz de que dos de sus concejales –Dámaso Matarranz y Ana Isabel Payán– mostraran un proceder alternativo durante el último Pleno municipal. El líder de la formación avanza en primicia en La Tribuna que uno de los dos –o él o Matarranz– «tiene que salir» y que esta decisión «la tiene que tomar la mayoría del grupo».

Gómez Cavero se muestra inflexible al respecto y asegura que no alberga dudas a pesar de la magnitud del asunto. La decisión «está tomada» y así se materializará. En este sentido, destaca que en caso de que el voto se divida –es decir, que tres concejales le apoyen a él y otros tres a Matarranz–, será él quien abandone el barco de CnU.

Hablamos, por tanto, de una especie de plebiscito a nivel interno para el que incluso establece una fecha límite en el calendario, y es la próxima sesión plenaria, primera de este año, que se celebrará a finales de mes. «Antes del próximo Pleno, o ha salido él o he salido yo», remata de forma lapidaria. De esta manera, aquellos que terminen abandonando el grupo municipal pasarán a ser concejales no adscritos.

El alma máter de Cuenca nos Une subraya que esta situación «la ha propiciado» Matarranz, y es que ha actuado «en contra» del criterio general del grupo. «Exigió ser nuestro portavoz, es el único liberado del grupo y encima fue concejal con cartera mientras formamos parte del equipo de Gobierno», recuerda Gómez Cavero antes de apuntar irónicamente que «como no quiera ser alcalde...».

Hay posicionamientos de Matarranz y Payán que han molestado mucho al líder de CnU y que no solo pasan por incumplir la disciplina de voto del partido en el Pleno municipal o no ausentarse, por ejemplo, en el debate de las mociones de índole nacional, tal y como hicieron el resto de sus compañeros. Es más, en su opinión, «la falta de disciplina de partido también es salir en los medios de comunicación a hacer ciertas declaraciones o ir a determinadas manifestaciones por su cuenta y riesgo».

Una «desilusión». Llegados a este punto y después de la experiencia vivida, Gómez Cavero no esconde su «desilusión» ni que se siente «defraudado» tanto por el devenir de la formación como por el funcionamiento de la política municipal en su conjunto. Confiaba en la «motivación» de esta agrupación y en que «podíamos conseguir cosas», pero se ha dado cuenta de que «a todos los partidos políticos les da igual todo hasta que llegan los últimos cinco meses». Por esa razón –remata– «anteponen el partido a nuestra ciudad». Eso le «echa para atrás», pues no resulta fácil comprobar que debido a las estructuras de la política tradicional es «muy complicado» hacer algo por tu ciudad. «Para el futuro de Cuenca, o dejamos de lado los colores o esto no podrá salir nunca adelante», sentencia.

Ahora bien, también se mira el ombligo y asume como un «error propio» la conformación de su grupo. En este capítulo, aconseja «a todo aquel que vaya con buena fe a constituir una formación independiente en pro de su ciudad, a que valore muy bien que todos los miembros vayan con ese interés», ya que –añade– «eso no es fácil en un grupo municipal donde no hay una estructura ni disciplina de partido».

Sin rastro en 2023. ¿Y a partir de ahora qué? Gómez Cavero apunta que seguirán dando batalla «ofreciendo nuestra versión y aportando nuestras ideas en lo que pensemos, pero no en lo que nos obliguen», y es que «somos absolutamente libres». La misma libertad que le lleva a avanzar que será «muy complicado» ver su nombre en alguna papeleta de cara a las elecciones municipales de 2023. Descartada «totalmente» la opción de encabezar una formación independiente, imagina con una sonrisa en la cara que «ninguno de los dos principales partidos» le llamarán.