La ciudad romana de Valeria y su bella ubicación en un cerro cautivó de tal manera al escritor, arabista, escritor y paisajista cántabro Manuel Gómez Anuarbe que decidió plasmarlo en un libro. Todo comenzó casi de casualidad, con una excursión que dio como resultado Valeria. De ninfeos y casas colgadas (Editorial Cuadernos del Laberinto), un libro de 140 páginas con el que el autor contribuye en dar a conocer este importante yacimiento del que «queda mucho por descubrir».
El escritor, que está vinculado a Uclés desde hace varios años, y que ya conocía Segóbriga o Ercávica, asegura que «la simbiosis entre la naturaleza y las ruinas de Valeria es muy especial». Sostiene que le impresionó mucho el cerro rodeado de dos ríos, Zahorras y Gritos, y una ciudad muy importante «que crean los romanos de la nada».
En su libro relata cómo los romanos construyeron una fuente monumental, considerada como un ninfeo, y unas casas colgadas sobre el río Gritos, «más o menos 13 ó 14 siglos antes que en Cuenca». Gómez Anuarbe ensalza el legado del arqueólogo Francisco Suay, que «es el primero que empieza a excavar de manera sistemática «y propició el descubrimiento del foro, la basílica, la fuente monumental o las termas».
No obstante, el autor de Valeria. De ninfeos y casas colgadas lamenta que el yacimiento no tenga la difusión que merece, tanto dentro de la región como fuera, porque «es un lugar excepcional y es una pena que sea tan poco conocido».
Por eso considera que se necesita «excavar más para encontrar más cosas importantes, y que existen». No obstante, tal y como recoge en su libro también se muestra crítico con algunos aspectos de los trabajos de restauración, como en el foro, «que es una estructura metálica muy grande que no se puede pisar y desfigura mucho lo que es la ruina». Pero mira al futuro y su receta es sencilla: «Reconocer errores, subsanarlos, dar a conocer el lugar y seguir excavando».