Llaman mucho la atención porque el resultado final es tan extraordinario que roza la realidad. Los pequeños detalles, que son los que realmente marcan la diferencia, están muy conseguidos. Cada milímetro de sus obras tiene una justificación. El pelo, el atuendo o directamente el rostro son calcados a su personaje real. Así son las figuras cinematográficas que reproduce y colecciona en diferentes escalas Julián Tejuelo desde muy pequeño. Este meticuloso artista afincado hace décadas en Cuenca posee en su hogar un auténtico tesoro y también una oda al séptimo arte.
Y es que no todo el mundo puede decir que en su casa convive con Harrison Ford, Daniel Craig, Clint Eastwood, Sean Connery, Sylvester Stallone o Arnold Schwarzenegger, entre muchos otros, hasta completar un extraordinario reparto de un centenar de personajes. En esta colección «hay figuras que compro como coleccionista y otras que hago porque no se encuentran en el mercado o directamente están descatalogadas».
Aquellos ejemplares que fabrica él mismo no envidian para nada a los que llegan a casa por perdido. Usa resina para elaborar los personajes, pero diseña el boceto antes de ponerse manos a la obra. Cuando tiene tanto la idea como la base clara, «pinto cada detalle de la cara, añado el pelo, muchas veces real, en la cabeza y elaboro yo mismo el vestuario». Y es que este artista da forma al cuero para crear «cinturones, portaarmas, botas o pantalones, entre otros recursos».
Julián Tejuelo siempre ha tenido «admiración» por la industria cinematográfica y el fantástico mundo de los cómics. Apenas tenía uso de razón cuando ya «cambiaba la ropa o calzado a las figuras, además de hacerles fondos». En ese momento solo poseía un par de superhérores, pero él sabía que de mayor «quería tener todos los posibles, ya que de pequeño no podía». La afición fue en aumento con el paso del tiempo y el punto de inflexión llegó cuando vio a Harrison Ford bajo el papel de Indiana Jones. «Es mi favorito», reconoce. El artista se quedó fascinado con sus interpretaciones aventureras hasta tal punto que tiene varios ejemplares, cada uno con distinto vestuario y a escalas diferentes. No se conforma en tenerlo en tamaño pequeño, sino que en las pasadas navidades dio vida a uno de escala uno por uno, con una altura superior al metro y medio. «Impresiona».
También ha proyectado muchas veces en su televisor la saga de Star Wars, James Bond o Regreso al Futuro. Y es que la ficción es uno de sus géneros favoritos. Tanto que sabe a ciencia cierta cuántos personajes conforman el mundo Marvel. Eso hace que también tenga figuras de estas obras cinematográficas. Al fin y al cabo todo lo que le gusta debe ocupar un espacio en sus vitrinas, que dan forma a un salón que proyecta cine por los cuatro costados.
En la actualidad, tan solo se dedica a coleccionar porque en épocas anteriores sí que tuvo episodios donde hacía encargos. Llegó incluso a enviar hace unos años 15 figuras de Michael Knight, conocido personaje de la serie El coche fantástico, a Estados Unidos, Inglaterra y Holanda. «Tan solo me duraron dos días porque las vendí muy rápido», señala. Desde entonces no ha vuelto a crear para nadie, sino solo para él mismo, porque «me gusta mucho cambiar y mejorar la colección, que es algo que siempre se puede hacer». Y es que el paso del tiempo le genera dudas. Cuando eso ocurre, vuelve a darle una vuelta a la imagen de la figura. La colección está casi cerrada después de tanto tiempo. «Al principio está todo muy abierto, pero llega ya un momento donde vas cerrándola». Es ahí cuando «pasas a dedicarte a mejorar fondos, luces o poses».
Divulgación. Julián Tejuelo, que ejerce desde hace tres décadas como profesor de Educación Plástica Visual y Dibujo Técnico del colegio La Sagrada Familia, vive ahora una segunda juventud porque ha participado en programas en directo en YouTube para enseñar su colección y comentar sus razonamientos sobre este mundo. También desvela en sus redes el tesoro que guarda y que a muchos fascina nada más verlo. Mucho más si lo hacen al entrar en su casa.