La mejor formación se imparte siempre en el campo de batalla. Es el lugar idóneo para que los estudiantes adquieran todo tipo de nociones y lecciones, basadas en hechos reales y en la vida misma. Además, las clases son mucho mejor cuando el profesor que las imparte sabe muy bien de qué habla por la sencilla razón de que es un especialista y tiene conocimientos y experiencia de sobra como para inculcar y encauzar a sus alumnos. 
Ese es el marco en el que se forman los estudiantes tanto del Ciclo Formativo de Grado Medio de Emergencias y Protección Civil como del Ciclo Formativo de Grado Superior de Coordinación de Emergencias y Protección Civil, ambas titulaciones profesionales impartidas en el IES Fernando Zóbel, que es un centro pionero en esta materia en toda la región y también un ejemplo para otras comunidades autónomas. 

Los estudiantes, que tienen que superar dos años en cada una de las dos formaciones, afrontan exámenes y un gran número de clases teóricas, pero también asumen 400 horas de prácticas. En estos casos, es una gran oportunidad para poner en práctica todo lo aprendido. Lo hacen en incendios forestales o urbanos, en labores de ventilación o en accidentes de trabajo, así como en rescates de altura o acuáticos, entre otros ámbitos. Eso sí, como estudiantes, lo ven desde fuera «para preservar en todo momento la integridad física», señala el sargento de bomberos y profesor especialista en estas titulaciones, Jacobo Llorens. Pero está claro que «viven cómo se actúa, cómo nos organizamos y qué hay que hacer en cada aviso, conocen las herramientas y vehículos que tenemos en el parque de bomberos y adquieren una formación muy completa y necesaria de nuestro día a día, tanto en aspectos técnicos como teóricos». Cuando acaban el cerca de medio millar de horas, «salen muy formados». Tanto que, casi todos, aspiran después a las oposiciones del Cuerpo de Bomberos. Y lo hacen partiendo con una gran base. También hacen prácticas en Geacam y Protección Ciudadana del Gobierno regional.

Cada día es una experiencia nueva y esa es una de las ventajas en estas formaciones. Emilio Sans explica que «las prácticas son muy buenas para la gente que quiere aspirar después a ser bombero». Por su parte, Rebeca Álvarez subraya que el parque de bomberos «es lo más próximo a lo que nos queremos dedicar el día de mañana». Cada jornada laboral, que se extiende hasta las 12 horas diarias, curte a cualquiera. José María Huertas, que estudia el Grado Medio al igual que los anteriores, señala que esta formación «te ayuda a darle forma y color de manera real a cómo es el día a día en el trabajo».

Aprendizaje en caliente - Foto: Manu Reina

En la misma línea se manifiestan los compañeros del grado superior. Rubén García incide en que la formación es «muy completa» y destaca por encima de todo que es «gracias a que contamos con profesores especialistas». Jacobo Llorens es solo un ejemplo, porque estas titulaciones cuentan con una decena de docentes, cada uno experto en su materia y de diferente índole. Y es que, tal y como explica Samuel Alemán, «tratamos todo tipo de materias» e incluso «el apoyo psicológico, que es muy importante». El hecho estar siempre en contacto directo con el trabajo que se desempeñará después hace que estas titulaciones sean «ideales» porque «tratamos un amplio abanico de actuaciones», apunta Paula Cipriano.

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El IES Fernando Zóbel cuenta cada año con lista de espera en admisión de alumnos. Es todo un referente. Que así sea se debe en gran parte a Luis María Sevilla, jefe de estudios del centro. Con tesón y sacrificio ha conseguido situar al Zóbel en lo más alto de estas formaciones. «Es un orgullo el recorrido que hemos hecho en estos años». Y es que el centro pasó de formación juvenil a tener su propio grado medio. Más adelante llegó el grado superior. Es el único centro en Castilla-La Mancha que imparte estas dos titulaciones.