Las Cortes regionales se constituyeron en una iglesia, estuvieron temporalmente en un castillo y desde el 86 ocupan el antiguo convento de San Gil. En los noventa se quedaron pequeñas y se decidió hacer una ampliación con un edificio nuevo contiguo. Parece ser que de nuevo falta espacio y el presidente de la Junta, Emiliano García-Page, ya ha dejado caer que en «esta legislatura nos va a tocar reflexionar y tomar la decisión sobre si no es conveniente pensar en una nueva edificación del propio Parlamento autonómico».
Aunque no hay nada decidido y no se sabe qué opciones se barajan, la idea de Page pasaría por agrupar en un mismo edificio los organismos que dependen de las Cortes, ahora repartidos en ubicaciones distintas. El Consejo Consultivo está en la antigua 'Casa de la Moneda', la Cámara de Cuentas en el Palacio de Benacazón y el reciente Consejo de Transparencia y Buen Gobierno en unos despachos en la zona nueva de Toledo. Se necesitaría, por tanto, un edificio con muchos metros cuadrados para albergar tantos despachos y órganos, pero también con un espacio amplio para un hemiciclo. El actual, que está en la antigua capilla del convento, da para unos cincuenta escaños y puede que con la reforma del Estatuto se quiera ir a más.
El que era el alcalde de Toledo cuando se decidió que las Cortes fueran al Convento de San Gil, Joaquín Sánchez Garrido, confiesa a La Tribuna que él tuvo parte de culpa de la elección de esta ubicación. «Estaba en un estado realmente calamitoso, muy mal, necesitaba una inversión brutal y yo tuve la idea de que eso le podía venir bien a la Junta», explica. El convento de San Gil, que se usaba tanto de parque de bomberos como para clases de esgrima, es de titularidad municipal, pero el ayuntamiento no tenía posibles para su rehabilitación. «Hablé con José Bono y con Javier Irízar, que era el presidente de las Cortes, y tomamos un acuerdo de cesión», expone.
Fuentes Lázaro cuenta que trató que Tavera fuese para Presidencia. - Foto: Javier PozoSánchez Garrido recuerda otros edificios que se pusieron sobre la mesa. Uno era el antiguo hospital neoclásico de Nuncio Nuevo, donde hoy está la Consejería de Hacienda y en el que se está haciendo una reforma. También menciona el convento de SanPedro Mártir, cuya rehabilitación tenía un «costo brutal». Hoy es sede de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Jesús Fuentes Lázaro, que fue el presidente de Castilla-La Mancha anterior a José Bono, cuenta que el Hospital renacentista de Tavera fue un edificio que se barajó para Presidencia. «Tiene espacio más que de sobra», comenta a La Tribuna. En estos momentos alberga un museo, un colegio y el Archivo Histórica de la Nobleza. El edificio pertenece a la Casa Ducal de Medinaceli.
De cara a buscar un espacio para las Cortes, Fuentes Lázaro cuenta que «conventos hay de sobra cerrados y son muy grandes, pero habría que ver cuáles son las condiciones arquitectónicas que tiene». Entre los que ahora están vacíos figuran Santa Clara, las Benitas, Santa Úrsula o las Capuchinas. Hay un gran convento que ha sido restaurado que es el de Santa Fe, un edificio contiguo a la antigua biblioteca de Toledo, en la zona del Miradero, que parece que también se barajó en su momento para darle uso institucional. Ahora Santa Fe alberga la colección de arte contemporáneo de Roberto Polo.
Si se trata de hacer un edificio de nuevas, la Junta tiene suelo en el Polígono. Aquí se ve el Archivo regional y la Escuela de Administración - Foto: Javier PozoFuentes Lázaro incide en que la idea de que Toledo fuera capital regional era precisamente para que se «rehabilitara y se diera uso a los edificios antiguos».
Más fotos:
Otra opción sería levantar un edificio de nuevas, lo cual apuntaría a barrios nuevos de Toledo en los que la Junta tiene suelo, como es Santa María de Benquerencia, donde ya se ha construido el Archivo regional, la Escuela de Administración y un par de consejerías. También se podría aprovechar edificios que se han quedado a medias. El ejemplo más claro sería el 'Quixote Crea', que iba a ser un teatro auditorio y que la crisis paralizó, pero este mismo año se decidió que pase a ser de la Universidad regional para acoger aulas y laboratorios.