Miguel Romero

CATHEDRA LIBRE

Miguel Romero


Razón

30/09/2024

Dicen que «razón» es la facultad de discurrir donde el entendimiento tiene mucho qué decir. Sin embargo, lo que la razón advierte –y no solo cómo valor- que hizo a los hombres y mujeres ilustrados, del siglo XVIII, modificar los hábitos y buscar argumentos a los hechos insólitos o desconocidos, es el credo necesario para demostrar que hacer filosofía nos puede permitir encontrar las necesarias verdades.
Y ¿qué importante es encontrar en estos tiempos, las necesarias verdades?, cuando las mentiras afloran constantemente en líderes políticos, en noticias de algunos medios de comunicación y en el constante diálogo de cafeterías y encuentros. Nadie cree nada o casi nada; son tiempos de agnosticismo y tiempos de desequilibrio ante la duda. Se duda de casi todo, ni siquiera crees en el amigo que te acompaña o en el amor que te embelesa.
Pero yo quería con esta reflexión y bajo el título elegido, hablar de esa otra «Razón» que aduje en mis palabras, desde el púlpito que definía el ambón del Evangelio en el altar mayor de nuestra catedral conquense, el pasado día 21. Es un acto que me 'inventé' hace unos cuantos años con la clarísima intención de potenciar el valor simbólico que tiene el traslado del pendón en las Fiestas Mateas –uniendo la espiritualidad con lo histórico-; porque este acto, alaba la solemnidad de la ciudad de Cuenca gracias a su rica historia pasada, demostrando que las fiestas de San Mateo en nuestra ciudad son mucho más que jolgorio desmesurado, alegría desbordada, descontrol mediático o ejemplo de mediocridad en su escenario; ya que hay tras de sí un  poso de rico valor –que algunos apenas advierten-, entre religiosidad hacia el Evangelista, oficialidad en sus autoridades, valores culturales en sus instituciones, proyectos didácticos de formación en valores educativos, mucho sentimiento entre sus gentes, los que admiran, los que sienten, los que viven esa tradición y los que hacen de nuestra ciudad, una de las ciudades más importantes en el patrimonio mundial.
Ojalá, quienes parecen no darse cuenta y dañan con sus actos vandálicos o con reflexiones equivocadas, una 'Razón' de vida, cultura, patrimonio y tradición, puedan darse cuenta que en el respeto está la mejor solución para una convivencia necesaria y ojalá esa juventud que llega –rica en muchos otros valores- sepa extraer lo positivo, hacerlo suyo y provocar orgullo y pasión. .