Acuden al centro con la ilusión intacta. Como si retornaran a años atrás para cumplir con sus deberes, aunque lo hacen esta vez con un rol diferente. Y es que han pasado de los pupitres a la pizarra. Ahora son ellos los que tienen el dominio de la tiza y quienes marcan la hoja de ruta de cada clase, cuando hace tan solo unos cursos levantaban la mano para pedir el turno de palabra. En concreto, una veintena de futuros docentes aprovechan sus prácticas en el CEIP Santa Ana para absorber conocimientos y enfrentarse a los desafíos reales de la enseñanza.
Así, Teresa Esquivel, estudiante del doble grado en Maestro en Educación Infantil y Primaria de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM), explica que «la teoría está muy bien, pero donde te formas de verdad es en las prácticas». Esta joven, natural de La Guardia (Toledo), que el pasado cuatrimestre también estuvo en el CEIP Santa Ana, espera «tener una acogida tan buena como la que ya he tenido». Su estancia, al igual que el resto de universitarios, se extenderá hasta mediados de mayo. Por su parte, Rosana Ortega, natural de Petrer (Alicante) y alumna del grado en Maestro en Educación Primaria en el campus universitario conquense, desea aprovechar la experiencia para «formarme como profesora de educación física» y así acabar sus estudios por todo lo alto. En sus primeros días, el balance es «positivo porque no hemos parado de hacer cosas».
También acude en el horario de trabajo, como cualquier profesor con plaza, Rubén González. Este joven conquense, que estudia también el grado en Maestro en Educación Primaria, se siente como en casa, nunca mejor dicho, porque pasó su infancia en este centro. En estas prácicas quiere ver «la diferencia de contenido entre un curso y otro».
Primeras lecciones - Foto: Reyes MartínezPero no solo llegan profesores en potencia de la UCLM, sino que también aprovechan las prácticas otros estudiantes de otras universidades, así como jóvenes que se forjan en estudios superiores, como es el caso de Álvaro Garrido. Este estudiante, natural de Madriguera (Albacete), del grado superior de Técnico Superior de Enseñanza y Animación Sociodeportiva (TSEAS) en el IES Santiago Grisolía, busca «aprovechar al máximo estas semanas» e incide en que «las clases son muy dinámicas y nos permiten participar en ellas». En su caso, tan solo estará dos semanas.
El director del colegio, Andrés Ramos, subraya que estas prácticas son «una oportunidad para ellos y también una ayuda para nosotros porque tenemos un gran número de alumnos, y algunos necesitan un refuerzo». En esta aventura, «siempre obtenemos un balance muy positivo con todos los alumnos en prácticas», añade. Unas palabras que suscribe Pepe Mencías, docente y tutor del centro, que señala que «los alumnos aprovechan al máximo la oportunidad» y subraya que «tienen todos los condicionantes para que pongan en práctica la teoría que han estudiado».
Primeras lecciones - Foto: Reyes MartínezNo hay duda de que estos maestros en potencia convertirán su estancia en el centro en una oportunidad de aprendizaje constante. Al igual que lo hacen otros cientos casos que se repiten en el resto de centros educativos de la capital. Y es que, desde el pasado miércoles, los colegios acogen al profesorado del mañana.