El sector hotelero de la provincia de Cuenca continúa mostrando músculo mes a mes después del repunte experimentado a raíz del frenazo en seco de 2020 y 2021 por la crisis del coronavirus.

Una recuperación que no sólo no cesa, sino que, incluso, está llegando a rozar niveles de récord, como ha ocurrido en los siete primeros meses del presente ejercicio, tal y como se desprende de la última Encuesta de Coyuntura Hotelera publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Y es que este reciente informe indica que los alojamientos hoteleros de la provincia de Cuenca han acumulado en los siete primeros meses un total de 174.044 viajeros, un 4,7% más que hace un año, y 311.074 pernoctaciones, un 3,2% por encima de las contabilizadas entre enero y julio de 2023. 

- Foto: Elaboración propia.

Cifras que, además, se convierten en las más altas en este periodo de los últimos diez años, sólo superadas por los 174.766 clientes de 2019 y las 311.949 estancias de 2022. Y eso que julio no ha sido un mes muy excepcional, aunque sí haya superado ligeramente los números de hace un año; en concreto, ha visto crecer en un 0,8% los viajeros y en un 1% las pernoctaciones.

Sector. Con estos datos, no es de extrañar que el presidente de la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo (APHT) de Cuenca, José Manuel Abascal, tilde este comportamiento del sector como «buena noticia», aunque eso no evite que ponga los puntos sobre las íes a la hora de subrayar los bajos  precios medios de estos meses, pese a tratarse de la temporada de verano. 

Y es que, según remarca a La Tribuna, el incremento de los precios de los hoteles en el último ejercicio no llega a contrarrestar la importante subida de los costes de producción, que, tal y como afirma, no han parado de crecer en los últimos tres años. 

Al menos, dice tener el consuelo de que agosto se está comportando mejor que hace un año y las previsiones para lo que queda de mes son halagüeñas, confiando, además, que las ferias contribuyan a ello, al tiempo que demanda un aumento progresivo de la calidad de la programación festiva para que esta cita se afiance como todo un atractivo y se pueda traducir en más visitantes y estancias más prolongadas.

Estancia  y ocupación. Pero si los datos de viajeros y pernoctaciones son excelentes no se quedan muy atrás la estancia media registrada en estos siete meses y el grado de ocupación de los establecimientos hoteleros en el mismo periodo.

No en vano, de enero a junio, los algo más de 174.000 viajeros que han pasado por hoteles de la provincia se han alojado de media 1,80 días, una cifra muy similar a la de hace un año, pero por encima de los 1,73 días de los siete primeros meses de 2019, en prepandemia.

Algo similar ha ocurrido con la ocupación, puesto que los alojamientos conquenses han alcanzado en el citado periodo una media entre semana del  29,2% de las plazas ocupadas frente al 28,7 de 2023 y el 27,3 de hace cinco años, en 2019.

Porcentajes que se han visto incrementados de manera notable los fines de semana, cuando se ha llegado en estos siete meses a una ocupación media por plaza del 38,5%, por lo que supera el 37,1 de hace un año, aunque no lo haga con el 40,1% registrado en 2019.

Rendimiento. Los indicadores, como el ADR (ingreso medio diario por habitación ocupada) y el RevPAR (ingresos por habitación disponible), por su parte, indican que el rendimiento de los hoteles conquenses ha crecido en el último año, si bien, en palabras del presidente de la APHT, no son suficientes para cubrir la subida de costos.

En concreto, el ADR medio en los siete primeros meses se ha situado en los 68,67 euros, un 8,1% más que hace un año y un 17,9% por encima de los 58,23 de 2022.

Y de la misma forma, el RevPAR se ha elevado a 24,17 euros, un aumento interanual del 8,3% y del 14,7 con respecto a enero-julio de 2022.