Esta vez sí. Emiliano Garcia-Page ha cruzado su Rubicón. El reproche que durante estos últimos años no ha dejado, y en no pocas ocasiones con razón, de no pasar de las palabras a los hechos ha sido contestado por uno de particular relevancia: la presentación de un recurso de inconstitucional contra la ley de amnistía dictada por el separatismo catalán contra la igualdad ante la ley de todos los españoles.
Sánchez la ha convertido en dogma de fe, mandamiento de obligado cumplimiento y amenaza inquisitorial contra todo el que ose replicar. Ha obligado y ellos han acatado jubilosos a su coro ministerial y a los cachicanes de su partido a defender lo contrario a lo que juraron y perjuraron que jamas harían, el mismo con el mayor engolamiento y solemnidad, y que el PSOE había mantenido siempre como un principio troncal de su doctrina.
Exactamente lo mismo que lo que ha sido su continuación, la campaña en la que estamos ahora que se traducirá en saquearnos aún mas a todos los españoles para seguir pagando el alquiler de su colchón en Moncloa y el de Illa en la Generalitat. A este engendro lo han bautizado como «singularidad fiscal» para ocultar que es simplemente un robo y privilegiar a los que mas tienen y gastan peor y penar a los que menos y lo controlan mejor. Todo en realidad responde tan solo una cosa y a ella se sacrifica todo y a todos, el mantenimiento en el poder de Sánchez y de su parva de colocados en toda la estructura gubernamental y en las colonias en que está convirtiendo a todas las instituciones que pone bajo su control personal, la penúltima el Banco de España.
Pero esto no es novedad. Lo de Page, sí. Reconozco que dudé cuando lo anunció y me malicié que lo de hacer pasar su decisión por el Consejo Consultivo podía ser la búsqueda de una excusa para recular. Pero esta vez se vio que no y el anterior fin de semana plantando directamente cara en el Comité Federal, algo a lo que Sánchez huyó de contestar pues carece en realidad de todo argumento sostenible, fue el preludio del paso dado el lunes y que ya no tiene marcha atrás.
Una de las razones de que esta vez sí, y hay que decirlo también, es porque este podía darlo y no para despeñarse el solito. Que eso es lo que Paco Núñez le reclama a sabiendas de que es pura trampa. Page no puede pedir a los diputados nacionales de la Región que voten en contra porque sabe que su obediencia y sometimiento es total a Sánchez y si le hacia caso uno, sería ya milagro, con lo que quedaría desautorizado y machacado.
Esto si entraba en su competencia, ha podido hacerlo y lo ha hecho. Y que tiene una singular relevancia y alcanza un simbolismo aún mayor. Va a presentarlo en nombre de una Comunidad Autónoma, la única con mayoría absoluta socialista, y la única gobernada por el partido del Gobierno que va a hacerlo y que se une a los recursos presentados por todas las gobernadas por el PP, ya van diez, y que se suma, no se olvide a la posición contundente y jurídicamente demoledora del Tribunal Supremo.
Conde Pumpido, que si tuviera la mas mínima vergüenza y dignidad se abstendría de participar en la votación como ha hecho el ex ministro socialista Campo, por ser juez y parte, tendrá ya escrito el borrador de la sentencia favorable a quien lo ha puesto allí para hacer exactamente lo que va a hacer, pero el asunto no acabará allí y en los tribunales de la UE esa masiva y plural repulsa, que supone la posición de CLM, tendrá su indudable peso. Queda mucho partido por jugar.
Para Emiliano Garcia Page ya ha sonado el silbato del que va a ser trascendental. El congreso regional de su partido previo al Federal que Sánchez ha adelantado para santificar su caudillaje sin oposición es la lidia mas crucial que tiene por delante. Y sabe que van a ir a por él. Es en lo que llevan trabajando años Milagros Tolón, Isabel Rodríguez y Magdalena Valerio. Ese va a ser a partir de ahora el eje central y alrededor de ello va a girar todo en Castilla La Mancha. Los movimientos, que ya han comenzado y van a deparar sorpresas por uno y otro lado. Hasta alguna insospechada. Por ejemplo algún diputado en el Congreso que renuncie al escaño para librarse de esa obediencia sanchista y volver a presentar credenciales en política regional y municipal.
Pero de ello ya no podremos dejar de hablar. Así que dejémoslo hoy aquí y en lo candente. Emiliano puede decir, con verdad, que lo suyo ya son más que palabras. Y con eso puede que haya querido presenciar también una credencial.