«En Palestina todos tienen miedo y cada día más»

A.A.
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Rami Abu Jabal ha llegado junto a su esposa Rafah a Cuenca, huyendo de la violencia en Cisjordania, donde han sido acogidos por Cáritas

“En Palestina todos tienen miedo y cada día más”

Los palestinos Rami Abu Jabal y su esposa Rahaf llevan algo más de dos meses en Cuenca. Han llegado huyendo de la violencia padecida en Nur Shams, su pueblo de origen en Cisjordania. El hostigamiento diario por parte del ejército israelí ha provocado el éxodo de la pareja. Desde su llegada a Cuenca están alojados en una vivienda tutelada de Cáritas Diocesana.

Rami transmite amabilidad y melancolía a partes iguales. Relata su experiencia a La Tribuna en árabe a través una intérprete argelina. En estos momentos se encuentra en plena tramitación de su estatuto de refugiado político. Es peluquero y perdió su negocio arrasado por la maquinaria israelí. Valora de forma positiva su estancia en tierras conquenses «estamos muy bien aquí, gracias a Dios. Estamos muy agradecidos».

Perdió a su padre y a su primo. «El ejército bombardeó un coche y mi padre falleció junto a quince personas más. A mi primo su madre lo tuvo que identificar por los dedos». Rami asegura que «allí es todo muy duro. Es muy difícil vivir porque nos tienen rodeados y todos los días estamos con miedo. La gente suele estar  en viviendas o en tiendas, porque nadie quiere estar a descubierto».

“En Palestina todos tienen miedo y cada día más”“En Palestina todos tienen miedo y cada día más”

A sus 34 años, su principal objetivo es vivir en paz «y traer a mi madre y mi suegra cuando sea posible. No se dan las condiciones para permanecer allí con una vida tranquila». Preguntado por la situación en Gaza no duda en señalar que «es dramática, muy triste». Sin embargo, muestra varios vídeos de su lugar de origen, a cientos de kilómetros del territorio gazatí, donde también se pueden contemplar entierros, destrucción, soldados,… «En Palestina todos tienen miedo y cada vez más». 

Ahora, en Cuenca asegura que «estamos muy a gusto pero por la noche no puedo dormir. Me cuesta. Me vienen los recuerdos y estoy muy preocupado por mis familiares que siguen allí».