La razón es que es el «sentir de la ciudadanía». El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, justifica la supresión del Premio Nacional de Tauromaquia porque «la gente cada vez entiende menos que se practique la tortura animal y que se le dediquen premios». Esa es su opinión, pero ésta se sitúa en un extremo totalmente opuesto al parecer del sector taurino, que ha salido en tromba a criticar la decisión del político de Sumar, ahora con las riendas en la mano de un ministerio del que depende la Tauromaquia.
Consultados por La Tribuna, los principales eslabones de la Cuenca taurina no escatiman calificativos para valorar la decisión del Gobierno de suprimir este galardón, que se otorga desde 2013 y que está dotado con 30.000 euros. El Premio se creó en 2011 con el Gobierno de Zapatero y el último en ganarlo, el año pasado, fue Julián López 'El Juli'.
El empresario de la plaza de toros, Maximino Pérez, califica la decisión de «desafortunada» porque el ministro «debe entender que representa a una minoría en España que solo ha tenido el favor del señor Sánchez para poder tomar una decisión así». En su opinión, «son represalias ideológicas que cumplen con el guión establecido, y es que le da lo mismo si es cultura, arte o una tradición milenaria». Sin embargo, «lo más grave» para el gestor taurino es que «esto es solo el inicio», pues «sospecho que el ministro de Cultura, apoyado por el Gobierno del PSOE, va a intentar erradicar los festejos taurinos en toda España a la mayor celeridad posible, no sé si lo van a hacer con consultas o de qué manera, pero estoy convencido de que lo van a intentar».
La Cuenca taurina clama por una decisión «injusta y sectaria» - Foto: Javier GuijarroEl único rayo de «esperanza» para Pérez es la particular situación que vive la Fiesta en la región, y es que «no tiene nada que ver lo que hace el Gobierno nacional con ninguna comunidad del PSOE; el actual Gobierno que tenemos no es el PSOE, es Sánchez». El presidente regional, Emiliano García-Page, anunció que creará unos Premios de Tauromaquia que podrán ser compartidos con otras comunidades. Con pasos al frente como éste, «Page demuestra que es totalmente contrario en muchas facetas al Gobierno que tenemos en España».
En una línea muy similar, el rejoneador Sergio Galán considera la supresión como una «injusticia y un ataque más a la Tauromaquia, porque ya no saben cómo intentar ponernos más zancadillas y atacar por todos los flancos». Como Pérez, considera que éste es el «inicio de lo que ellos pretenden, para ellos todo lo que sea toros y todo lo que sea entorpecer y dificultar nuestra vida es su razón de ser». Si pudieran, añade, «prohibirían la Fiesta» y suprimir el Premio Nacional de Tauromaquia «solo es un pasito más dentro de su fin último». El jinete taranconero considera, por otro lado, que «esto nos pude unir más a los taurinos si hay una reacción unánime, que debería darse, porque es tan evidente el acoso y derribo al que nos someten, que el mundo del toro tendría que responder al unísono».
Y de un torero a caballo consagrado, a un torero a pie que quiere abrirse un hueco en este mundo. Alejandro Peñaranda, novillero puntero en el escalafón, considera que es «incomprensible que un ministro de Cultura, por su forma de pensar, entienda que somos una minoría, cuando es todo lo contrario». Además, «me molesta que lo hagan con este descaro, de una forma tan cruel y sin sonrojarse, porque a la vista está que la Tauromaquia está más viva que nunca, yo veo más jóvenes que nunca en los toros… es una tendencia que se va a consolidar en los próximos años». El joven torero de Iniesta espera que «al final se den cuenta del daño que hacen con todos estos ataques y el dolor que causan a una gran cantera de jóvenes que en unos años van a llenar las plazas, y esa es la mejor medicina para tanta injusticia».
Aficionados. Como voz de la afición, Alberto Núñez, presidente de la Asociación Cultural Taurina 'Aficionados del toro, villa de Iniesta', cree que la eliminación del galardón es «puramente política», y se plantea «hasta qué punto el señor Urtasun se ha saltado la ley, esa que juró guardar y respetar como ministro». Este aficionado recuerda que la normativa dice que los poderes públicos garantizarán la conservación de la Tauromaquia y promoverán su enriquecimiento, por lo que «es un atentado contra la libertad y la democracia, demostrando su actitud dictatorial y sectaria». Con todo, explica que «no nos pilla de susto, la propia Yolanda Díaz ha confesado estos días que hay que acabar con la Fiesta». Por eso, cree necesario que «las instituciones taurinas, las figuras del toreo, los ganaderos y los aficionados debemos salir a la calle y movilizarnos, sobre todo por la censura que están cometiendo y por nuestra libertad».
Además de recordar lo que la Tauromaquia supone a nivel económico para el Estado y el empleo que genera, Núñez pide que ésta no se utilice como «arma política» porque «la Fiesta ni es de izquierdas ni es de derechas, no hay nada más democrático que los tendidos de una plaza de toros». «Otra mentira más», relata Núñez, «es que los toros no interesan, pues el pasado año hubo más festejos y más asistentes que, por ejemplo, en 2019, y solo en la próxima Feria de San Isidro pasarán 800.000 personas por Las Ventas». «Somos el segundo espectáculo de masas, pero si acaso fuéramos una minoría, ¿no tendríamos derecho a disfrutar de ella?», termina.