El alcohol, detrás de casi la mitad de los accidentes mortales

Miguel A. Ramón
-

El 44% de los siniestros viales con resultado de muerte registrados a lo largo de 2023 en las carreteras de la provincia tuvieron como factor concurrente el consumo de alcohol al volante, once puntos más que en 2019

La presencia del alcohol en los accidentes mortales ha crecido del 33% de 2019 al 44% del pasado año 2023. - Foto: Reyes Martínez

El Gobierno central planea reducir la tasa de alcohol al volante para todos los conductores. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, avanzaba hace unos días la intención de rebajar de los 0,5 a los 0,2 gramos por litro de alcohol en sangre o, lo que es lo mismo, de 2,5 a 0,1 miligramos por litro de aire espirado; todo ello, como una manera contundente de combatir la mortalidad en las carreteras de nuestro país. 

Una propuesta de la Dirección General de Tráfico (DGT) que responde al hecho de que sólo las distracciones superan al alcohol como factor concurrente en los accidentes de tráfico con víctimas mortales. Algo de lo que Cuenca no sólo no es ajena, sino que, incluso, sufre con especial contundencia con respecto a la media nacional.

Y es que en las carreteras conquenses se despedía el ejercicio 2022 –el último con datos consolidados a 30 días y, por lo tanto, definitivos de la DGT– con el 42% de los siniestros viales mortales con el alcohol como factor concurrente, es decir, con un test positivo en alcoholemia del conductor, frente al 26% de la media del país. 

La presencia del alcohol en los accidentes mortales ha crecido del 33% de 2019 al 44% del pasado año 2023. La presencia del alcohol en los accidentes mortales ha crecido del 33% de 2019 al 44% del pasado año 2023. - Foto: Reyes Martínez

Un porcentaje que, lejos de reducirse al término de 2023, se ha incrementado en dos puntos, hasta el 44%, si bien hay que tener en cuenta que continúan siendo, por el momento, datos sin consolidar y, por lo tanto, provisionales. Aunque, eso sí, deja al descubierto una preocupante tendencia al alza, muy por encima de la media nacional, tal y como recalca a La Tribuna la jefa provincial de Tráfico, Ana María Zúñiga, quien, remarca, además, el hecho de que se sitúa muy por encima de las cifras de prepandemia, en 2019, cuando el alcohol estaba detrás de la tercera parte de los accidentes de tráfico mortales (33%) registrados en territorio conquense.

Zúñiga ahonda más aún en esta cuestión, al subrayar que la memoria de 2023 del Instituto Nacional de Toxicología indica que un 33% de los conductores fallecidos presentabas positivo en alcoholemia y que en torno al 70% de ellos, la situación era peor aún, y contaban con tasas constitutivas de delito, es decir, una intoxicación por alcohol muy grave.

Pero su incidencia no se reduce a los conductores y, tal y como precisa, el 29% de los peatones fallecidos en accidente de tráfico también tenían altas tasas de alcohol.

- Foto: Elaboración propia

Alcohol-mortalidad. Datos que, a su juicio, ponen de manifiesto la relación directa del consumo de alcohol al volante con las muertes en la carretera, lo que hace necesaria la eliminación de este hábito cuando se va a conducir.

Es por ello que defiende esta pretendida reducción de la tasa de alcohol al volante, máxime si, además, se tiene en cuenta que su consumo también se encuentra en casi uno de cada cinco accidentes de tráfico con víctimas (19%) en vías interurbanas y urbanas de la provincia de Cuenca, seis puntos más que en 2022.

La idea, por lo tanto, para por que «no hay un consumo moderado aceptable, la única tasa es cero y sólo de esta manera no se puede ver alterada tu capacidad para conducir». Eso sí, aclara, que, al igual que se permite un cierto margen en los radares de velocidad, en esta propuesta también se contempla, de ahí que se hable de bajar a los 0,2 g/l de alcohol en sangre.

Zúñiga pone el foco, asimismo, en el notable crecimiento detectado del consumo de drogas entre los conductores, que, junto al alcohol, se convierten en un auténtico problema. Tendencia que se refleja, según recalca, en las cifras que maneja su departamento, puesto que mientras que las denuncias por alcoholemia con retirada de puntos pasaron de las 804 de 2022 a las 601 de 2023, un 25,2% menos, las sanciones por drogas al volante se triplicaron, al pasar de las 277 a las 840, un aumento del 203,2%; eso sí, también hay que matizar que se intensificaron los controles de drogas.

Equipararse a los países nórdicos. Con esta propuesta del Gobierno central, en caso de seguir adelante, se rebajaría la tasa de alcoholemia permitida en más de la mitad y España se equipararía a países como Noruega, Suecia, Estonia y Polonia, cuyas tasas de alcohol se sitúan en la actualidad en el 0,2 en general para los conductores. Aunque, eso sí, no se llegaría a la tasa 0,0 en sangre impuesta en estos momentos en países como República Checa, Rumanía, Eslovaquia o Hungría.

 En las actuales cifras de nuestro país, es decir, en los 0,5 gramos por litro de alcohol en sangre, se colocan naciones europeas como Italia, Irlanda, Luxemburgo, Países Bajos, Suiza, Francia, Alemania, Portugal, Bélgica, Austria, Chipre, Croacia, Finlandia, Eslovenia, Grecia y Luxemburgo.

Por el contrario, sin embargo, los países más permisivos con la presencia del alcohol al volante son, sin duda, Reino Unido, Liechtenstein o Malta, donde la tasa autorizada es del 0,8.