Todos a bailar. El escenario del Auditorio José Luis Perales vibró ayer a base de taconazos de bella factura, saltos increíbles, acrobacias y elegantes movimientos de un lado hacia otro para deleitar a un público infantil entregado. La brillante puesta en escena, con música acorde, un decorado muy bonito y un extraordinario vestuario, envolvió este espacio cultural en un lugar mágico y también lo convirtió en la cuna del baile conquense. De esta manera, centenares de jóvenes dieron un auténtico recital y destaparon el tarro de las esencias del trabajo y sacrificio de tantos años.
Todo ello, gracias a que el XV Ciclo de Conciertos Escolares Santiago Grisolía 'Música en las Aulas' celebró su segundo espectáculo, marcado en esta ocasión por el baile. Y de esta disciplina artística tienen mucho que decir los alumnos participantes, concretamente de la Escuela de Danza Aérea Arrójate, el club deportivo de gimnasia rítmica Kenq, el centro de danza Alegría Montalvo y Javier Yuguero, y el Estudio Superior de Danza Rosario Tosta. Una cita, denominada Ikigai Dance, que contó sobre la tarima con alumnos representantes de distintos colegios, institutos e incluso centros superiores, como Bachillerato o la Universidad.
Pero no bailaron solo por «pasión y diversión», sino también para encandilar a un abarrotado Auditorio José Luis Perales, que colgó el cartel de completo con la asistencia de cientos de niños de distintos centros educativos de la capital y provincia. No pudieron ni parpadear con cada coreografía de hip hop, flamenco o dance pop, entre otros géneros, así como durante los espectáculos de telas y pases de gimnasia rítmica.
La profesora de música del IES Santiago Grisolía y directora de Música en las Aulas, Paloma Yébenes, señala que el objetivo de esta iniciativa es «ensalzar todas las disciplinas artísticas porque parece que son asignaturas que se olvidan o se dejan en un segundo plano». También «para premiar las artes en la educación» y para «valorar el trabajo de los alumnos que compaginan sus estudios con sus formaciones, asumiendo la carga horaria que ello supone y el trabajo que implica».
Han pasado ya quince ediciones. Al principio, Paloma «nunca» pensaba que este proyecto tendría esta «gran evolución e impacto» y explica que «todos los conciertos están llenos» en cada edición. Incluso las inscripciones «enseguida se cubren porque hay mucha demanda», tanto para salir al escenario como para asistir como público. Este proyecto se ha convertido en el mayor referente de la oferta musical y pedagógica de los centros educativos. El desarrollo de estos conciertos elevan el teatro, la música o la danza, entre otras disciplinas, a su máximo esplendor.
Incide en que Música en las Aulas muestra como «es a su manera cada uno» y refleja que «todos somos especiales». La iniciativa está más que consolidada tras una década y media en los escenarios, contando además con un balance «muy positivo» y un futuro muy prometedor. Además, la promotora confía en «poder seguir celebrando muchas más ediciones» y subraya que siempre se hará «con el arte y la música».
«Ilusión». Las bailarinas mostraron su «enorme ilusión» por poder desplegar su talento en el escenario del Auditorio José Luis Perales y recalcaron que cada espectáculo es el resultado de un «trabajo de muchas horas y meses». Cada una en su disciplina, pero todas coincidieron en que 'Música en las Aulas' es una «gran oportunidad para enseñar qué es lo que hacemos y cómo lo hacemos». La emoción fue, además, otra de las notas predominantes en esta trepidante jornada de más de dos horas de subidón. «¡Que viva el baile», concluyeron de forma unánime.
'Música en las Aulas' celebra varias conciertos más antes de cerrar esta edición. El XV Ciclo de Conciertos Escolares Santiago Grisolía Música en las Aulas celebró su primer concierto el pasado viernes con el espectáculo teatral Guirigay, se suspende la función por medio de los alumnos del IES San José de Cuenca. Ikigai dance es el segundo y ayer conquistó una vez más al público. El tercero llegará el 9 de abril con Mujer tenías que ser! (una historia del teatro español con nombre de mujer) por parte de los alumnos de la Escuela de Artes Cruz Novillo. Un día después tendrá lugar Federico y Fernando con los estudiantes del IES Santiago Grisolía, los Ensembles de acordeones, clarinetes y saxofones de la Escuela Municipal de Música Ismael Marín, alumnos del Centro de Arte Riá Pi Ta, del IES Fernando Zóbel y del IES Luisa Sigea de Tarancón. El concierto final llegará constará de dos pases y una elevada expectación, tanto el 23 como el 24 de mayo, con Metrópolis, ciudad sin música en la que saldrán al escenario del Auditorio José Luis Perales los alumnos del IES Santiago Grisolía y los del Estudio Superior de Danza Rosario Tosta. Esta iniciativa volverá a firmar una edición más un rotundo éxito.