Una jornada colorida, emotiva y muy didáctica dirigida a los más pequeños. Y es que es muy importante inculcar la igualdad entre hombres y mujeres desde edades muy tempranas. Así, un grupo de niños, de cuatro a siete años de edad, participó ayer en el taller infantil El chubasquero de Aurora, que tuvo lugar en la Sala Iberia en el marco de la exposición Despiertas, mujeres, arte e identidad y con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora hoy, día 8 de marzo. Son muchos los actos que se han organizado durante estos días para conmemorar y reivindicar esta fecha tan importante para la sociedad. El Gobierno regional no solo acerca esta obra infantil a los pequeños de la capital, sino que también llega a todos los municipios de la provincia. 

La educadora artística y mediadora cultural, Eva Guzmán, fue la encargada de impartir este didáctico taller, que mantuvo la atención de todos los pequeños y familiares durante toda la sesión, con una duración de 45 minutos. Pero antes de hablar del El chubasquero de Aurora, que es el libro infantil que se eligió como marco de esta jornada, los participantes pudieron ver todas las obras que se han expuesto en este mismo edificio con motivo de la quinta edición de Despiertas, mujeres, arte e identidad. «Es importante que los pequeños puedan ver todas las obras que se han seleccionado en esta ocasión en conmemoración al día 8 de marzo», detalló la encargada de dirigir el taller.

Eva, con libro en mano, avanzó el desarrollo de la sesión y no solo se basó en las páginas escritas, sino que también proyectó imágenes en pantalla para narrar el libro en cuestión. Algunos de los temas que salieron a la palestra estaban relacionados con la violencia de género o la igualdad, aunque se «tratan de manera sensible y amable, para que los niños entiendan que existen problemáticas, pero que se pueden trabajar». 

Pequeños con valores

Los participantes conocieron a Aurora, que es la protagonista de la historia infantil y cuyo hilo conductor se centra en la lucha contra un monstruo, que es quien la tiene atemorizada. La madre de la pequeña le regala un chubasquero con el que se refugia del mal. Esta obra contiene una guía didáctica para trabajar en centros e instituciones. Y es, precisamente, lo que Eva Guzmán preparó para la ocasión.

Tras conocer de primera mano la historia, los pequeños participaron en distintas actividades de manera «plástica, con colores y distintos materiales, así como con varios tipos de textura y papel». Es una forma de que los propios niños no solo conozcan de oídas, sino que también lleven a cabo actividades dinámicas y divertidas que refuercen los conocimientos. En el taller «hablamos de emociones, dibujamos a la protagonista y conversamos de lo que sentimos nosotros mismos y lo que le preocupa a Aurora, entre muchas otras cosas», apuntó la educadora artística y mediadora cultural.

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Eva Guzmán explicó que estos talleres son «importantes porque se trabajan las emociones principales y la inteligencia emocional» que, desde pequeño, es algo «básico y fundamental», y de mayores «nos van a hacer ser conscientes de los problemas y las situaciones». Porque, «si no se gestionan bien de manera emocional, se nos puede escapar mucho de las manos la situación». La encargada de impartir el taller subrayó que la «educación emocional debería ser una asignatura básica y fundamental en todos los ámbitos, como el educativo, familiar o social». Y tanto los pequeños como los adultos «tienen que ser conscientes de la importancia que tiene», sentenció.