Para que una mujer víctima de violencia de género pueda escapar de su agresor y de una vida infernal, el Gobierno regional tiene casas de acogida, da ayudas de autonomía de hasta 6.000 euros y subvenciona parte del alquiler de una vivienda. Sin embargo hay mujeres que no consiguen encontrar ese alquiler en el que iniciar una nueva vida y para esos casos la empresa pública de vivienda de la Junta, Gicaman, se ofrece a buscarles un techo dentro del parque inmobiliario que tiene. Hoy se ha firmado un convenio entre Gicaman y el Instituto de la Mujer para seguir adelante con esta iniciativa que en estos momentos permite que una cincuentena de víctimas y sus familiares tengan un hogar.

"Tienes que tener un plan de contingencia, un plan B para situaciones en las que no nos da tiempo a que esa mujer busque un alquiler en el mercado privado", cuenta el consejero de Fomento, Nacho Hernando. Son situaciones excepcionales, pues con las ayudas al alquiler para mujeres víctimas la Junta prevé este año dar una vivienda a 1.135 personas. "Sin llegar a las grandes cifras del programa de ayudas de alquiler, estamos hablando de una cincuentena de mujeres", señala, "no por ser cincuenta son menos importantes". "Nos podrá faltar para muchas otras cosas, el dinero no es infinito", reconoce el consejero, "no se puede llegar a todo, pero a esto se tiene que llegar".

La consejera de Igualdad, Sara Simón, aprovechó para mandar un mensaje a los propietarios de inmuebles para que no tengan reparos en alquilarlos a mujeres que son víctimas de la violencia de género. "Hago un llamamiento a todas esas personas que tienen sus viviendas en el mercado", expuso, "pueden ayudar a darles ese refugio a las mujeres, que sean sensibles, que muchas veces ellas tienen esos recursos para pagar y si no los tienen de manera propia, el Gobierno se lo facilita". Simón apunta que "en algunas ocasiones no es fácil encontrar esas viviendas". Por un lado, admite que el mercado de la vivienda tiene sus complejidades y que hay ámbitos, como las zonas rurales, en la que es más difícil encontrar inmuebles en alquiler. Además apunta que han detectado que "hay un señalamiento a víctimas de violencia de género" y por eso insiste en dirigirse a los propietarios para que pongan esas viviendas a disposición también de las mujeres que han sufrido malos tratos.