«Las limpiadoras de los hoteles no son invisibles»

J.L.E.
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Ailén Kendelman, intérprete y codirectora de 'Las que limpian', reclama los derechos de las camareras de piso de los hoteles a través de una divertida comedia cargada de crítica social

Areta Bolado, Noelia Castro y Ailén Kendelman, durante una función - Foto: Leticia Blanco

Papeleras llenas de basura, sábanas tiradas por el suelo, manchas en las almohadas, calcetines o pelos en la ducha, entre otras cosas, es el panorama que se encuentran a diario las camareras de piso. Ellas son precisamente las protagonistas de Las que Limpian, una sátira utópica inspirada en la lucha organizada de las kellys por conseguir unos derechos laborales y sociales porque «las limpiadoras de los hoteles no son invisibles, son personas». Así lo subraya Ailén Kendelman, actriz y codirectora de Las que limpian, espectáculo que llega esta tarde al Teatro Auditorio José Luis Perales (20,30 horas), escrito, dirigido e interpretada por Areta Bolado, Noelia Castro y por la mencionada Ailén Kendelman.

La compañía gallega A Panadaría, en coproducción con el Centro Dramático Nacional, es la responsable de «una comedia ácida y esperanzadora que, realmente, es un espectáculo muy divertido, aunque estemos, tratando temas serios». La obra, en la que también hay música vocal, «que es algo también característico de nuestra compañía», tiene un importante vertiente reivindicativa de los derechos sociales y laborales de las camareras de piso de los hoteles. «Creo que para mucha gente sirve para conocer cómo es este trabajo, todas las injusticias que se dan y también, por otro lado, es una especie de homenaje a todas las mujeres limpiadoras».

El humor es el instrumento que elige A Panadaría para la crítica social, algo que es común en todos sus espectáculos. «Apostamos firmemente por el humor para tratar temáticas que sean duras y también para hacer crítica social», explica Kendelman. Ese humor es ácido y está lleno de sarcasmo, y en el espectáculo no faltan los pequeños pinchazos de «humor de acupuntura», como lo define la codirectora de Las que Limpian. «Para nosotras, el humor es un vehículo maravilloso porque muchas veces, ante una situación que nos duele o muy dramática, la gente se ríe y buscamos esa vía, que es como de catarsis. Para nosotras –prosigue Kendelman– sí que es importante porque, nos reímos, nos relajamos, el público se relaja y a veces cuando está más relajado es cuando clavamos esa agujita de acupuntura, como decía la directora del anterior espectáculo al asegurar que hacíamos humor de acupuntura».

Confinamiento. Las que limpian surgió en el confinamiento por la pandemia y la propuso Areta Bolado, una de las de las codirectoras, coautoras y actriz. «Vimos que en ese momento no se hablaba de las limpiadoras, que también se ponían en riesgo para entrar en habitaciones que a lo mejor estaban contaminadas por el virus y que lo hacían porque es su trabajo».

La obra se estrenó hace tres años y lleva más de 200 representaciones. Desde entonces, la acogida ha sido muy buena. «Muchas veces vienen limpiadoras y nos lo agradecen, nos dicen que es la primera vez que van una obra de teatro en la que se habla de ellas».

El espectáculo también despierta la conciencia de muchos espectadores sobre el trabajo de las camareras de piso en los hoteles. «La verdad es que con este espectáculo hay bastante gente que nos escribe después, por un mensaje de Instagram o de otras formas, y nos dice: 'Ahora, cuando voy a los hoteles, ca no dejo las toallas en el suelo o intento dejar la habitación bien, sin cosas tiradas para que puedan hacer su trabajo».