La crecida de caudal del río Júcar a su paso por la capital debido a las lluvias y el desembalse del pantano de La Toba obligó a la Policía Local a cerrar en la tarde del domingo, de forma preventiva, todos los accesos. Así seguían ayer y el alcalde, Darío Dolz, anunció a preguntas de los periodistas durante la presentación de las actividades de la Región Europea del Deporte en la provincia, que es previsible que hoy ya se puedan reabrir.
Dolz explicó que el mayor aforo se registró a las once y media de la noche del domingo cuando el río Júcar alcanzó los 100 metros cúbicos por segundo en la capital. No obstante, Dolz precisó que a media mañana de ayer el aumento del caudal «se iba reduciendo con tendencia a disminuir» y que la intención era reabrir los accesos a medida que disminuyera el caudal.
El aumento del cauce del río obligó a cerrar de forma preventiva todos los accesos el domingo por la tarde, después de que a las tres de la tarde comenzara a desembalsar agua el embalse de la Toba. Este embalse, ubicado en Uña, superó su capacidad máxima tras las intensas lluvias de la última semana y el deshielo. Según el Sistema de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), el Júcar alcanzó un aforo de 101,85 metros cúbicos por segundo a las doce de la noche del domingo y a partir de ayer fue descendiendo. A las 18,00 horas, estaba en 82,02 metros cúbicos por segundo.
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La semana pasada, el Ayuntamiento ya tuvo que cortar los acceso al río Júcar a la altura del puente de San Antón, junto a la iglesia Virgen de la Luz, debido a la fuerte crecida del río.