La transformación de la madera permite a la localidad conquense de Las Valeras ocupar los primeros lugares en el ranking nacional de mayor número de industrias por cada 1.000 habitantes. Es, por tanto, una actividad económica que dice mucho de un pueblo con un censo en 2022 de 1.499 habitantes, ligado desde el siglo XVI a las carpinterías. «Desde entonces, los negocios han ido pasado de padres a hijos y es una industria que está muy asentada», explica su alcalde, Daniel Pérez Osma. Por eso, el regidor municipal anima a «toda persona que quiera cambiar sus puertas y ventanas» a visitar alguna de las cerca de 50 empresas que se dedican a este sector.

Pero el atractivo industrial de Las Valeras tiene otro complemento perfecto en destinos turísticos como la Hoz del Río Gritos, la ciudad romana de Valeria o las espectaculares Fiestas de Moros y Cristianos en honor al Santo Niño.

 La Hoz del Río Gritos cuenta con un sendero que permite ir desde Valeria hasta Valera de Abajo –o al revés–, atravesando un espectacular paisaje ruta, en medio de una Zona Especial de Protección de Aves y conocer uno de los yacimientos romanos más importantes de la región: la ciudad romana de Valeria.Los ciclistas también tienen otro sendero que discurre por espectaculares paisajes.

 Además, las paredes de la Hoz del río Gritos ofrecen a los aficionados «una de las zonas de escalada más importantes de Europa, con dificultad baja y media».

Por si fuera poco, Valera de Abajo brinda el tercer domingo de enero un buen motivo para que se acerquen los visitantes.Se trata de las fiestas del Moros y Cristianos en honor la Santo Niño, que tienen un gran arraigo histórico y se remontan a 400 años atrás. «Es una fiesta espectacular y sólo nos queda lograr el broche de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional y estamos convencidos que desde la Junta nos van a apoyar», concluye Daniel Pérez Osma.