Todas las previsiones meteorológicas apuntaban a que la borrasca Nelson iba a poner muy difícil el normal desarrollo de la Semana Santa conquense y, al final, no fallaron. Lluvias, fuertes vientos y hasta nieve obligaban a suspender ocho de las diez procesiones.
No es de extrañar, por lo tanto, que con este resultado el balance de la Junta de Cofradías (JdC) sea bastante negativo y su presidente, Jorge Sánchez Albendea, no dude en afirmar que «ésta ha sido la peor Semana Santa de la historia».
No en vano, recalca que ha sido la vez que más procesiones se han suspendido por las inclemencias meteorológicas, superando con creces las semanas santas de 2013 y 2019, además de ser la primera vez que la procesión del Silencio no sale a las calles de la ciudad y la tercera ocasión que se suspende la del Encuentro.
Aunque, eso sí, esto no quita, a su juicio, que también se hayan registrado notas positivas, como, por ejemplo, el «buen funcionamiento organizativo». Y es que, tal y como subraya a La Tribuna, las decisiones de suspender los distintos cortejos procesionales «se han adoptado por unanimidad, y somos 33 hermandades, que no somos cuatro, lo que, sin duda, es muy importante».
De ahí, que quiera reconocer a las hermandades «el trabajo, la cordura y el buen ambiente que ha reinado en esa toma de decisiones», lo que le permite aseverar que «organizativamente, ha ido todo de maravilla».
Al tiempo, aunque reconozca que «son decisiones que nunca nadie quisiera tomar», llama la atención sobre la importancia de que la Junta de Cofradías se haya dotado de «muy buenas herramientas» para la previsión meteorológica.
Algo que, según recalca, ha permitido tomar esas «difíciles decisiones» con bastante antelación, gracias a la «comunicación directa» con la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), que ha posibilitado conocer con «mucha precisión» cómo iba a evolucionar el tiempo y adoptar las medidas oportunas en cada momento.
Devoción. A pesar del «protagonismo indiscutible» de la lluvia, que ha obligado a suspender gran parte de los cortejos procesionales, para Sánchez Albendea «la devoción ha estado por encima de la lluvia».
Y es que, a su juicio, «ha sido verdaderamente emocionante» cómo han reaccionado los nazarenos ante la suspensión de las procesiones con visitas masivas a las distintas parroquias para venerar los pasos y mostrar así su fervor y devoción.
En este sentido, pone como ejemplos, desde la largísima cola a las puertas de la iglesia de la Virgen de la Luz, incluso bajo la lluvia, tras la suspensión de la procesión de Paz y Caridad hasta los numerosos conquenses que se acercaron el Viernes Santo a la iglesia del Convento de las Madres Concepcionistas de la Puerta de Valencia o a las parroquias de El Salvador y San Esteban Protomártir, donde se encontraban las imágenes que no habían podido procesionar ese día, pasando por el Vía Crucis organizado por las hermandades de las procesiones Camino del Calvario y En el Calvario.
En palabras del presidente de la JdC, «ha sido precioso», de ahí que sea de la opinión, tal y como indica a La Tribuna, de que «también hay que quedarnos con esas cosas buenas».
«Mucha presión». Esto, sin embargo, no quita que esta Semana Santa haya sido para él más complicada de lo que ya es habitualmente, hasta el punto de que asegure que «haya sido la ocasión que más presion he tenido que soportar, debido a las adversas inclemencias meteorológicas en estos días».
Y es que, según confiesa a esta redacción, en los 17 años que lleva al frente de la Junta de Cofradías, siempre ha afrontado la dificultad que lleva consigo la organización y desarrollo de una celebración como ésta, pero, esta vez, «se le ha unido un mayor grado de presión, si cabe, por las malas previsiones».
Pese a esa presión, afirma «haber estado tranquilo», porque «me debo a las hermandades, para ellas trabajo y por ellas estoy», de ahí que la unanimidad alcanzada en las decisiones le haya resultado todo un bálsamo.
Una unanimidad en la que, según remarca, también participó el Grupo Turbas que tomó parte de la decisión de suspender la procesión del Camino del Calvario.
Pero si «histórica» ha sido esta Semana Santa por las suspensiones registradas, no ha sido menos «histórica», según Sánchez Albendea, por el resultado de las dos que sí han salido a las calles, como la del Hosanna, con la que ha vuelto a volcarse la ciudad, y la del Santo Entierro, que registró la participación de más de un millar de nazarenos de otras hermandades y se desarrolló arropada por numeroso público a lo largo del recorrido.