Negro panorama el que continúa mostrando el mercado laboral de la provincia de Cuenca, al menos, en cuanto a siniestralidad se refiere. Y es que si se cerraba el pasado ejercicio con casi 3.300 accidentes de trabajo con baja, la cifra más alta hasta ese momento de los últimos cuatro años, la situación actual no es que haya variado mucho, más bien sigue en la línea.
No en vano, los últimos datos oficiales del Ministerio de Trabajo y Economía Social muestran que Cuenca ha despedido los siete primeros meses del año con cerca de 2.000 accidentes laborales con baja, en concreto, 1.922, un 4,7% más que hace un año y un 8,3% por encima de los 1.775 acumulados hace cuatro, entre enero y julio de 2021.
Como consecuencia, el mercado laboral conquense está registrando en este periodo nada más y nada menos que un promedio de nueve siniestros laborales diarios, que trasladados a la semana se convierten en 63.
- Foto: Elaboración propia.Con estos números, no es de extrañar que Cuenca continúe con una tasa de incidencia de accidentalidad laboral con baja de las más altas del país; concretamente, la segunda, con 335,2, sólo superada por Guadalajara, con 354,6.
Por debajo de Cuenca completan el top 10, Islas Baleares, con 320,1; Pamplona, con 313,3; Soria, con 299; Burgos, con 293,5; Toledo, con 293; Huesca, con 286,6; Logroño, con 278,7; y Teruel, con 275,5.
Al detalle. Como viene siendo habitual, la gran mayoría de los accidentes en el trabajo con baja se registran durante la jornada laboral. De hecho, de enero a julio, se han elevado a 1.835, que representan el 95,5% del total, un 4,4% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Los 87 restantes se produjeron in itinere, un 10,1% más que un año antes, cuando se redujeron a 79, siempre según las estadísticas oficiales del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
- Foto: M.A. ValdivielsoDe la misma manera, nueve de cada diez siniestros laborales, 1.758 (91,5%), corresponden a trabajadores por cuenta ajena, mientras que los 164 restantes a autónomos.
Es de destacar que el 98,6% de esos 1.922 accidentes laborales hasta julio han sido de carácter leve, en concreto, 1.896, un 5,3% más que un año atrás en este mismo periodo. Eso sí, los siniestros graves han experimentado una notable caída en el último año, hasta el punto de que se han reducido a 24, frente a los 29 de 2023.
Y han caído mucho más los mortales, puesto que en estos siete primeros meses han perdido la vida en la provincia dos trabajadores, mientras que en el ejercicio anterior esta cifra casi se cuadruplicaba, con siete muertes en el trabajo.
La siniestralidad laboral se ha producido en este periodo de manera bastante irregular mes a mes, hasta el punto de que las cifras han oscilado entre los 317 accidentes en el trabajo contabilizados en abril y los 228 de mayo. Entre medias quedan meses como julio, que se ha saldado con 294 siniestros, la segundo cifra más alta del año, seguido de febrero, con 287; junio, con 277; y enero, con 274, entre otros.
Por sectores. Si analizamos la siniestralidad por sectores productivos, se puede comprobar que la industria manufacturera continúa encabezando este particular ranking, al acumular en estos siete meses un total de 483 accidentes con baja, la cuarta parte del total.
Construcción continúa ocupando el segundo lugar, eso sí, bastante por debajo del primero, con 265 siniestros (14,4%). Le siguen, entre otros, comercio, con 231; agricultura, ganadería y silvicultura, con 227; actividades administrativas y servicios auxiliares, con 159; transporte y almacenamiento, con 133; y administración pública y defensa, y seguridad social obligatoria, con 104.