Derroche de chispa

J.L.E.
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La Chirigota de Cuenca destila humor e ironía en la cuarta edición de la Tarde Carnavalera, en la que compartió escenario con algunas de las agrupaciones gaditanas más aclamadas

La Chirigota de Cuenca conquistó al público con ironía y una puesta en escena centrada en la época de Alfonso VIII - Foto: E. León

El Teatro Auditorio no es el Teatro Falla de Cádiz, pero este sábado lo parecía. La cuarta edición de la Tarde Carnavalera reunió en el escenario a tres de las chirigotas gaditanas más afamadas, junto a la Asociación Chirigota de Cuenca. Las risas estaban aseguradas y las actuaciones respondieron con creces a las expectativas que se habían creado para convertir a Cuenca durante unas horas en la zona cero de la ironía y el humor con algo que solo las chirigotas son capaces de hacer.

La Tarde Carnavalera, que organiza la Asociación del Carnaval, contó por segunda vez con la actuación de la Chirigota de Cuenca, que no tardó en ganarse al público que prácticamente llenó la sala. Si hace un año, esta chirigota, que dirige Manuel Lozano, debutaba en estas lides con éxito, en esta ocasión, con el lema Los que vieron la luz, elevó más aún al listón. Desde que aparecieron Alfonso VIII y la reina Leonor en el escenario, la gloria estaba cantada. Y así fue porque el público se lo pasó de lo lindo. 

El as que ese año se guardaba la Chirigota de Cuenca era un pasoboble sobre San Mateo, con vaquilla incluida, que el público aplaudió a rabiar y coreó con el clásico 'si te ha pillado la vaca, jódete». Con el resoli en el camerino, la chirigota interpretó pasodobles con mensajes irónicos hacia los políticos y cupletinas de las que no se salvaron de sus chascarrillos ni las cacas de los perros. La chirigota cerró la actuación con un animado e ingenioso popurri y un estribillo final que aún resuena: 'Para acabar gritando, qué bonita eres, Cuenca!

- Foto: E. León

Las emociones de la tarde no se acabaron ahí, porque la Chirigota del Bizcocho y su lema Los hermanos del buen fin; la Comparsa de Germán Rendón, y su temática Desobde; y la Chirigota del Canijo, bajo el título Los muchachos del congelao, sellaron una tarde inolvidable de carnaval en estado puro.