El cumplimiento de las peores previsiones meteorológicas, con la borrasca Nelson, han supuesto un duro golpe para el sector de la hostelería y el turismo conquense, sobre todo, si se tiene en cuenta que Semana Santa es, si no el mejor, uno de los mejores periodos del año para bares, restaurantes y hoteles de la ciudad.
Las adversas previsiones meteorológicas registradas a lo largo de prácticamente toda la Semana Santa han obligado a suspender procesiones a partir del Lunes Santo, lo que, sin duda, se ha traducido en un descenso de la afluencia de turistas y en una notable caída de la actividad en la hostelería.
Por lo tanto, no es de extrañar que desde la Agrupación Provincial de Hostelería y Turismo (APHT), su presidente, José Manuel Abascal, hable de «una Semana Santa para olvidar, la peor que recordamos en el sector hotelero». Y es que, tal y como recalca a La Tribuna, «la ocupación hotelera ha caído un poco estos días, porque, al final, las reservas de última hora previstas inicialmente no se han producido».
- Foto: Elaboración propia.Una circunstancia que ha llevado, en palabras de Abascal, a que el grado de ocupación en los alojamientos de la ciudad se haya reducido entre un 11 y un 15% con respecto a las previsiones, mientras que en el extrarradio y lugares no turísticos este descenso se eleva más aún, hasta el 25%.
Así las cosas, el sector hotelero de la capital ha visto cómo la ocupación media en los días centrales de la Semana Santa, especialmente de Jueves Santo al Sábado de Gloria, se ha quedado en torno al 75%, mientras que los pronósticos apuntaban a superar, incluso, el 90%».
Pero las cifras son peores aún si se habla de la ocupación media de toda la semana, tal y como agrega el presidente de la APHT, porque, en ese caso, ha rondado el 50%.
Las lluvias no han parado a lo largo de la Semana Santa, lo que, sin duda, ha perjudicado, y no poco, tanto a hoteles como a bares y restaurantes. - Foto: M.R.D.Y no es de extrañar, a tenor de los números arrojados por la primera mitad de la Semana Santa y los dos fines de semana, tanto el de Domingo de Ramos, «en el que hubo mucha gente en las calles, pero casi todos de Cuenca», como el del Domingo de Resurrección, en el que «desde el Sábado de Gloria ya se produjeron muchas salidas de los hoteles y pocas entradas, por lo que la ocupación ha sido baja», precisa Abascal, quien, asimismo, muestra sus dudas sobre el comportamiento del turismo en estos días de la Semana de Pascua, que, a su juicio, dependerá, y mucho, de las condiciones meteorológicas.
Hostelería. Los bares y restaurantes de la ciudad no han ido mucho mejor y, aunque aún es pronto para ofrecer datos definitivos, desde la APHT, su secretario, Diego López, estima inicialmente que «se haya registrado un descenso del volumen de ventas de entre un 25 y un 30 por ciento ante la menor afluencia de turistas a la ciudad».
Eso sí, es de la opinión, de que el sector, en cierta manera, ha podido salvar los muebles, gracias al consumo interno. Y es que, tal y como subraya, «son muchos los conquenses que se suelen quedar estos días en la ciudad y no son menos los que vienen a ver a su familia y disfrutar de estos días; gente que no se ha quedado en sus casas, pese a la lluvia».
El mal tiempo, sin embargo, sí ha afectado de manera contundente a aquellos locales más pequeños y con terraza, en palabras de López, así como a aquellos que se encuentran en los recorridos procesionales, tal y como apunta Abascal.
Contundencia que también ha tenido su reflejo en la contratación extraordinaria, puesto que, en palabras del secretario de la APHT, al haber menos actividad no ha sido necesario reforzar tanto las plantillas.Las lluvias no han parado a lo largo de la Semana Santa, lo que, sin duda, ha perjudicado, y no poco, tanto a hoteles como a bares y restaurantes./ m.r.d.