En la mayoría de hogares, los Reyes Magos; en otros tantos, Papá Noel; y en algunos de ellos, ambos. Unos y otros se preparan para la mayor época de actividad en las jugueterías. La Navidad asoma a la vuelta de la esquina y los hay que ya han mandado su carta a aquellos encargados de colmar de regalos las mañanas del 25 de diciembre o el 6 de enero. Cierto es que la tendencia generalizada es «dejarlo todo para última hora». «Intentamos adelantar la campaña con promociones, pero son pocos los que se adelantan, la mayoría se retrasa y todo se concentra en la semana siguiente al puente, a partir del 11 de diciembre», comenta Alfonso Pérez, gerente de Toy Planet Cuenca, uno de los referentes del sector de la ciudad.
En cuanto a los números de la campaña, este juguetero aventura que será «calcada» a la del año pasado, que fue «buena, normal… no podríamos decir que espectacular pero sí resultó como esperábamos». Eso sí, el bolsillo, en menor o mayor grado, aprieta a todo el mundo por el «encarecimiento general de la vida» y eso hace que «el presupuesto esté más ajustado y se esté vendiendo mucho más nuestra marca blanca y una serie de productos 'chollo', que son primeras marcas, excedentes de campañas anteriores del propio catálogo de Navidad con entre un 60 y 70 por ciento de descuento final». En definitiva, subraya este experto en la materia, «el niño no se va a quedar sin algún juguete, pero la gente se lo piensa más y aprovecha las oportunidades».
Más económicos. Pérez pone sobre la mesa una buena noticia para el sector en general y para el juguete en particular respecto al año pasado, y es que el comercio «no va a notar tanto la subida de los precios como los productos básicos de la cesta de la compra porque el transporte, tanto desde China como en el caso de los proveedores nacionales, está experimentando unas bajadas muy importantes». Esa circunstancia encareció el producto demasiado en la campaña de 2022. Así pues, «el mismo producto del año pasado es ahora más barato».
Eso sí, hay una doble lectura, pues aunque vendan más barato y los números se mantengan o incluso crezcan en ventas, los márgenes serán menores, siempre lo son año tras año, ya que «los gastos son cada vez mayores». «Cada vez es más costoso, por ejemplo, el capítulo del personal o el recibo de la luz», argumenta.
Otro factor interesante al hilo de lo anterior es que los clientes empiezan a huir de las compras online, prefieren «venir a la tienda porque ven el producto, comparan los precios y analizan todo con mayor detalle». Eso también ayuda a los jugueteros a la hora de hacer ver a esos particulares Reyes Magos la importancia de comprar el juguete de toda la vida. «Todo el sector, tanto los proveedores nacionales como nosotros con nuestra propia marca, estamos intentando por todos los medios inculcar la idea de que jugando se aprende, se socializa y se desarrollan unas habilidades», explica el responsable de Toy Planet. Hoy por hoy, los niños están «muy digitalizados» y eso «es un problema grande, porque va en contra del desarrollo lógico del pequeño». Razón suficiente para pensarse mucho este año la carta a los Reyes Magos o Papá Noel.
Precisamente, el hecho de que los más pequeños de la casa tengan más presente que nunca la pantalla del móvil o de la tablet, les resta consumo de televisión y eso, a su vez, hace que no vean los anuncios publicitarios como antaño. Por tanto, no hay un juguete que «despunte» entre los demás. De hecho, «no hay un producto estrella claro y por eso los padres también vienen a la tienda para que los niños vean qué les llama más la atención», sentencia Pérez.