«La decisión de separarnos en Dolly Rose la tomo yo»

J.L.E.
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El vocalista de la banda conquense, Gabriel Luján, subraya su necesidad de «descubrir otras facetas personales» y tiene en el horizonte otro proyecto musical «porque necesito más»

Gabriel Luján, vocalista de Dolly Rose - Foto: Reyes Martínez

El reciente anuncio de Dolly Rose de separar sus caminos causó un terremoto en la escena musical conquense, al tiempo que sorprendió a muchos de sus seguidores, que no se lo esperaban. Sin malos rollos y con la convicción de que Dolly Rose «seguirá siendo parte de nuestras vidas», el cantante de la banda, Gabriel Luján, profundiza en los motivos que le han llevado a este cambio de rumbo. «Es el momento de descubrir otras facetas personales, porque necesito más», asegura pocos días después del anuncio. 

Esa ambición profesional hace que su futuro se aleje de Cuenca con el nacimiento de otro proyecto en el que le acompañará otro músico del grupo conquense, Javier Rostra. Por ahora, lo que se sabe es que en este nuevo proyecto que ya vislumbra en el horizonte también estarán, además de otros músicos, Iván Mella, que fue teclista de Izal.

 «La decisión de separarnos la tomo yo» admite Luján, quien casi como si se tratara de un acto de contrición, y sin reproche alguno, bucea en algunos de los motivos que han precipitado el adiós. «No hemos sabido vivir el grupo todos de la misma manera, quizá nos ha faltado creatividad para poder seguir».

La decisión de poner punto final a la aventura de Dolly Rose se la comunicó Gabriel Luján a sus compañeros. Fue en su casa, días después del concierto que ofrecieron este verano en La Fuensanta. 

La búsqueda de nuevos horizontes le lleva a emprender la aventura porque a pesar de que la banda tiene tirón en Cuenca necesita más. «Aquí, en Cuenca, lo hemos hecho todo, hemos tocado desde el garito más pequeño hasta el estadio más grande que hay». 

Las ganas de crecer es lo que lleva al cantante conquense a tomar otro camino que contribuya «a cambiar el estilo de vida». Gabriel Luján cree que tras cinco años de trayectoria musical de la banda es el momento de dar este paso y está dispuesto a embarcarse en «un proyecto sólido y bastante ambicioso» que se mantienen fiel al indie.

A pesar las dificultades de la ruptura, la relación que mantiene con sus compañeros de Dolly Rose es de amistad y respeto. «No ha habido malos rollos ni nada parecido», deja muy claro. «Para mí, será la mejor banda que he tenido nunca porque he tenido el placer de juntar a mis amigos de toda la vida. Ya nos conocíamos –prosigue– y hemos desarrollado un proyecto, que encima lo he hecho con mi propia familia y puedo decir que he tocado con mi padre». En este sentido, apunta que la gran diferencia es que «en Dolly hemos sido gente que ya nos conocíamos y que, de repente, un día, hicimos música». Y en su nuevo proyecto, «de momento, solo somos gente que hacemos música».

Por delante quedan los tres conciertos de despedida que Dolly Rose ofrecerá en Madrid, Tarancón y Cuenca. Van a ser muy especiales. La gira del disco El principio del fin les permitió sentir como nunca la especial relación que se establece desde el escenario en los directos. Ahora, en esas tres citas, van a echar el resto. «Somos amigos antes que músicos», recalca Lujan, quien ya calienta motores para esos conciertos de despedida porque «el público nos quiere mucho y encima van a ser en salas pequeñas, con la gente en nuestra cara, que es lo que nos gusta». 

De momento, serán sus tres últimos conciertos, aunque más de uno ya se pregunta si algún día la banda volverá. «No sé si Dolly volverá, ahora mismo es una etapa cerrada porque siempre he pensado que al lugar donde se fue feliz no se ha de volver, porque el tiempo ya habrá hecho sus destrozos».