El compromiso de los conquenses con el reciclaje de los medicamentos es una realidad que crece año tras año. Así lo ponen de manifiesto los últimos datos presentados recientemente por Sigre a las autoridades medioambientales, que reflejan un aumento del 10,86% en la cantidad de envases vacíos o con restos de medicamentos depositados en los contenedores blancos de las farmacias durante el primer semestre de 2024 en relación con el mismo periodo del año anterior. Una cifra que se sitúa siete puntos por encima de la media nacional.

En concreto, en estos Puntos Sigre distribuidos por las 179 farmacias conquenses se recogieron una media de 99 gramos de estos residuos por habitante. Los datos de este semestre confirman la evolución al alza de los últimos años. En concreto, los conquenses depositan en 2023 en los Puntos Sigre una media de 92,04 gramos de envases vacíos o con restos de medicamentos, cifra ligeramente superior a la de 2022 y un 3,6% por encima de los 88,8 gramos de 2020.

Esta sensibilización social que también ha quedado plasmada en el último sondeo realizado para esta entidad sin ánimo de lucro creada por el sector farmacéutico, según el cual el 90% de los conquenses considera perjudicial para el medio ambiente tirar los medicamentos a la basura o por el desagüe.

«Es clave para nuestra salud y para el medio ambiente el uso adecuado del medicamento, y este finaliza cuando se depositan sus residuos en el Punto SIGRE. Esta sencilla práctica reduce el peligro que puede suponer el consumo de medicamentos sobrantes o caducados, además de evitar la contaminación de nuestros ríos y suelos, como ocurriría si los tiráramos a la basura o por el desagüe», explica Miguel Vega, director general de Sigre.

De acuerdo a la normativa, la distribución farmacéutica es la encargada de recoger de las farmacias los residuos de medicamentos y sus envases que los ciudadanos  depositan en los Puntos Sigre. Una vez recogidos, en cualquiera de las visitas que realizan a la farmacia diariamente para entregar nuevos medicamentos, se trasladan  a sus almacenes y se depositan en contenedores estanco, ubicados a su vez en una zona identificada de sus instalaciones  Desde ahí, los llevan hasta la Planta de Clasificación de Envases y Residuos de Medicamentos de Tudela Duero (Valladolid).