El irrumpir de María José Llergo en Estival Cuenca en 2021 fue toda una revolución. Un directo cuidado, con mensajes profundos encerrados en forma de canciones que la cordobesa daba vida con su potente voz. Así, protagonizó la portada del cartel del ciclo artístico y musical conquense el año siguiente y, en su regreso a Cuenca en esta edición, continuó superando todas las expectativas.María José Llergo volvió a hacer suyo el escenario Solán de Cabras del Parador de Cuenca a sabiendas que, semanas antes del inicio del ciclo musical, su último álbum "Ultrabelleza" había sido reconocido como el mejor trabajo folclórico del año por la Academia de la Música Española. No volvió a ser casualidad que, pese a la fusión de ritmos, ideas y sonidos que trajo consigo, volviera a sellar un espectáculo grandioso. Con anterioridad a su puesta en escena, la cordobesa recibió de manos del director de Estival Cuenca, Marco Antonio de la Ossa, el premio José Luis Perales, galardón que reconoce la labor musical y la proyección de jóvenes talentos menores de 30 años.
Enlazando temas de su último trabajo como el que da nombre al mismo, Superpoder, Juramento, Malahe o Novix, con composiciones anteriores como Me miras, pero no me ves y A través de ti, Llergo completó un magnífico repertorio con los sentimientos a flor de piel en cada canción en interludio.
En la recta final del concierto, provocó el momento más emotivo de la noche, interpretando el tema Pena, penita, pena a pie de escenario y entre el público, otorgando el micrófono en momentos puntuales a dos de las asistentes a Estival Cuenca. Un momento cercano, cargado de sentimiento y que se fusionó con la multitud de aplausos que recibió la cantante al término de la pieza.
En definitiva, un concierto de los que no se olvidan y que dejan huella, tal y como lo hizo en su debut en 2021 y que deja pasado a los dos últimos días de Estival Cuenca, con sendos espectáculos que grandes números para recibir este viernes al cantaor flamenco Israel Fernández y el sábado y último día, a Salvador Sobral.