Cuando Fabiana Lafuente cruzó la línea de meta, el cansancio se mezcló con una sonrisa de satisfacción. No solo es la medalla de bronce que acababa de conseguir en el Campeonato de España de 10.000 metros en Bilbao lo que le dio alegría, sino que cada kilómetro recorrido es testimonio de una historia de esfuerzo, sacrificio y amor por lo que hace. Fabiana es más que una atleta, es una madre, una odontóloga comprometida con su trabajo y una mujer que ha encontrado su equilibrio entre la vida profesional y el deporte. 

Aunque podría parecer que ser medallista en un campeonato nacional es la culminación de una carrera profesional en el atletismo, para ella es algo diferente, ya que, con humildad, lo ve más como una afición, una extensión de su vida, un «hobby profesionalizado», como ella misma lo define. «Nunca me lo planteé como una carrera profesional, más bien como algo que disfruto», señala, a la vez que se sincera: «Mi trabajo, el que  me llena, es el de odontóloga», algo que refleja el amor que siente por su profesión.

La atleta, durante un entrenamiento con su equipo, el club madrileño Bikila - Foto: F.L.

Lafuente dedica todo su empeño a la Odontología, donde dirige su propia clínica con un equipo de ocho personas. «Estoy muy contenta con mi trabajo y con el grupo, la verdad es que nos llevamos muy bien», relata. Desde que terminó la universidad, ha combinado su carrera profesional con el atletismo. ¿Cómo lo hace? Ella lo resume en organización, sacrificio y, sobre todo, pasión. Su marido, Arturo Casado, campeón de Europa de 1.500 metros en 2010, también es parte fundamental de su vida. «Arturo dejó su carrera profesional para acompañarme en mi camino, nos trasladamos a Tarancón en 2012, aquí nos casamos, y aquí seguimos, entrenando y disfrutando del tiempo juntos», recuerda con emoción.

El atletismo es más que un deporte para Fabiana. «Es mi manera de desconectar, de salir de la rutina diaria». Aunque ser madre de Guillermo, su hijo de 7 años, le ha planteado nuevos desafíos, ha encontrado un equilibrio. «Entreno cuando puedo, generalmente por las mañanas antes de ir a trabajar», explica. Tras un tiempo de dificultades, ahora ha logrado una mayor regularidad. «Llevo un tiempo enlazando entrenamientos con más regularidad, porque antes, entre los virus y las labores de ser madre, era difícil hacerlo, pero ahora estoy empezando a encontrar mi ritmo».

Lafuente ha logrado grandes logros, como su reciente medalla de bronce, con un tiempo de 35:24. «Yo fui a Bilbao sin expectativa, y por eso, cuando vi los resultados, me sorprendí mucho, pero estaba feliz por la marca y por cómo había mejorado», comenta. Para ella, el atletismo es una forma de superarse a sí misma. «Mi objetivo es seguir mejorando mis marcas y, sobre todo, disfrutar del proceso». Uno de sus próximos retos es la carrera popular de 'El Caño', un evento muy especial para ella. «Es algo que me conecta con mi pueblo y con la gente que siempre me ha apoyado». Para Fabiana, el equilibrio entre su familia, su trabajo y el deporte es lo que más le importa. «Mi vida no sería igual sin cada una de esas piezas», dice.

Con humildad y un poco de humor, concluye que «yo solo quiero que todo se mantenga como está. Estoy feliz con mi vida, con mis objetivos, con mis retos, pero lo estaré más cuando mejore mis tiempos».