Productores 'animados'

Manu Reina
-

Marcos, Carlos y Julián participan en la «increíble» producción de la película de animación 'Robot Dreams', que aspira a conquistar una estatuilla en los Oscar

Productores 'animados' - Foto: Manu Reina

Creatividad e imaginación son señas de identidad de los tres. Cuentan con una enorme energía, ganas e ilusión por emprender nuevos proyectos cinematográficos. Mucho más después de formar parte del elenco de trabajadores que han dado vida a la película de ficción Robot Dreams, que está, nada más y nada menos, nominada a los Óscar en la categoría de Mejor Película de Animación. El éxito es abrumador y las felicitaciones se multiplican una tras otra. Y es que Carlos Valle, Marcos Llorens y Julián Lominchar han aportado su granito de arena en este proyecto que está acaparando toda la atención de los amantes del séptimo arte.

En concreto, Marcos y Julián han centrado todos sus esfuerzos en el departamento de animación, que es la rama que ellos manejan a la perfección. Eso sí, es una tarea «difícil», teniendo en cuenta que había que hacer hablar o andar, entre otras habilidades, a un perro y un robot, que son los protagonistas de la filmación. Los dos encontraron la oferta de trabajo en una red social, superaron una prueba para entrar y después de tener la oportunidad no han defraudado al director de la película, Pablo Berger. Y es que tanto uno como el otro se han dejado todo en este proyecto.

Marcos reconoce que es «una sorpresa bestial y no sé si nos esperábamos llegar tan alto». Este joven conquense, que pasó por la Escuela de Arte Cruz Novillo y que posee un grado de animación, tiene una enorme proyección en la industria cinematográfica y el futuro aún está por escribir. Robot Dreams es su primer gran proyecto y no duda en reconocer que «mola mucho que esté gustando tanto lo que hemos hecho». Eso sí, el joven se ha dejado el alma para cumplir con las directrices que se les inculcaba, tanto que ha estado un año y medio currando en esta película. Gran parte del tiempo ha tenido que animar desde Pamplona, aunque también ha estado ciertos periodos en Madrid. 

Por su parte, Julián Lominchar, que siempre ha viajado a Cuenca para inspirarse en sus trabajos, ha ejercido dos años en esta película cuyo director ha tardado un lustro en crear. Este experto en animación explica que el perro era el personaje «más difícil» de animar porque tratar el robot «llevaba menos curro, aunque no quiere decir que haya sido fácil». De hecho, Julián detalla que «muchas veces era muy complicado porque en cuanto movías un poco los ojos cambia totalmente la imagen de los personajes e incluso ya no parecían los mismo». Tanto Julián como Marcos han trabajado, junto a un gran equipo de trabajo de animadores, en todos los aspectos, «fotograma por fotograma», teniendo un sutil y minucioso ejercicio. 

Por su parte, Carlos Valle, que estudió Bellas Artes en Cuenca e incluso ejerce ahora mismo como docente asociado en la Facultad de Comunicación de la capital, ha trabajado en el departamento de producción de Robot Dreams. Este joven toledano, con gran parte de su vida desarrollada en esta tierra, se encargaba de «gestionar que los artistas entregaran en tiempo todo aquello que se les requería cada día». Y es que había que cumplir siempre unos plazos para que la producción de la película no se alargarse. Carlos, que además lanzará próximamente sus cortometrajes Kairós y Semillas de Kivu, ha estado seis meses ejerciendo en esta función, tan necesaria para que no falle nada.

Sinopsis. La película Robot Dreams está basada en la popular novela gráfica de Sara Varon. Dog es un perro solitario que vive en Manhattan y un día decide construirse un robot, para que sea amigo. Su amistad crece, hasta hacerse inseparables, al ritmo del Nueva York de los años ochenta. Sin embargo, una noche de verano, Dog, con gran pena, se ve obligado a abandonar al robot en la playa. Esta es la sinopsis de una película española que pretende conquistar el premio más valioso de la industria cinematográfica. Carlos, Marcos y Julián, que confían que este curro les valga para encontrar más proyectos cinematográficos aparte de los nuevos en los que ya están inmersos, confían en dar la campanada y conquistar la famosa estatuilla el próximo día 10 de marzo.