La nueva delegada de estudiantes del campus de Cuenca ya sabe lo que es la representación estudiantil, pero acaba de dar un salto importante para implicarse mucho más. Ana Carrillo, natural de Casasimarro, tiene un año por delante para lograr sus objetivos.
¿Qué te lleva a dar el salto para convertirte en delegada de estudiantes del campus de Cuenca?
Ya había estado en la delegación en mi facultad como tesorera y el año pasado como secretaria, pero en el segundo cuatrimestre me fui de Erasmus y dejé el cargo. Este año tenía muchas ganas de implicarme más. Veía que era el último año y quería participar más activamente y creo que es la mejor manera de hacerlo.
¿Qué retos te planteas?
Quiero que los estudiantes del campus de Cuenca presuman de serlo, que se sientan orgullosos de decir que 'estudio en Cuenca'.
¿Hay alguna preocupación que te hayan transmitido y que quieras trasladar a los responsables de la comunidad universitaria?
Ya tuve alguna conversación con la UCLM acerca de la cotización de las prácticas. Sobre todo en mi carrera, la mayor parte es práctica y en el cuarto curso, si obviamos el Trabajo Final de Grado, casi la totalidad de los créditos son prácticas en el hospital. Y ya no es que no cobremos nada, es que estamos pagando por trabajar. Es una preocupación desde que salió el decreto y de cómo se va a llevar a cabo.
¿Tienes algún proyecto concreto que te gustaría que saliera adelante?
Hay borradores de tareas que queremos organizar para que no sea todo festivo ni tampoco obligaciones, sino que haya un equilibrio entre ambas.
¿Qué significa personalmente para ti asumir esta responsabilidad?
Representar lo mejor que pueda a todos los que estudian en la UCLM.
¿Cómo compatibilizas este cargo de delegada con tus estudios de cuarto grado de Enfermería?
Lo hago con organización, sacrificar el tiempo libre bastantes veces, dedicación y ganas.
¿Hay implicación social de los estudiantes del campus?
Sí. Bastante. Siempre se ha participado en la campaña de recogida de sangre con Cruz Roja, y ha resultado bien, lo mismo que la recogida con el Banco de Alimentos campaña. Somos un estudiantado comprometido.
¿Habría que dinamizar más la vida universitaria en la ciudad?
Sí. Lo creo porque me parece que, al final, es un campus mucho más grande de lo que parece. Aunque hay cierta movilización, hay cerca de 4.000 estudiantes. Es una cifra muy grande para la visibilidad que luego hay.
¿El campus y la ciudad parecen como dos mundos?
Puede ser. Porque la vida universitaria está como aparte. A cualquier persona le preguntas, ya no de fuera sino de la propia ciudad, cómo la definirías y no te diría ciudad universitaria. Sin embargo, en tema de alquileres o movimiento económico mismamente, quien sale a bares y mueve la economía es gente joven, y a nadie se le ocurre decir ciudad universitaria.
¿Al cabo de este año de mandato que acabas de iniciar, con qué te quedarías satisfecha?
La verdad es que me gustaría que mis compañeros se vieran representados por mí. Al final, es algo un poco redundante, pero estaría orgullosa de que sientan identificados con lo que yo transmito.
Y por ahora lo percibes, ¿no?
Sí. Aunque también hay mucha gente que ni siquiera sabe que existe la Delegación de Estudiantes.