La futura autovía Cuenca-Albacete, conocida como la Autovía del Júcar, es uno de esos proyectos que se vienen dilatando en el tiempo, legislatura tras legislatura, gobierno tras gobierno, sin que hasta el momento se haya convertido en realidad, al estar directamente ligada a la ejecución por el Gobierno central de la futura Autovía de la Alcarria para unir Tarancón y Guadalajara, según el convenio suscrito hace ya 17 años, allá por el 2007.
Una situación de bloqueo a la que el Ejecutivo regional quiere poner fin y para ello se ha propuesto revisar el asunto con el otro actor implicado en este proyecto, el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, y exigirle la construcción de la Autovía de la Alcarria.
Un proyecto éste que llevará en cartera el consejero de Fomento del Gobierno regional, Nacho Hernando, en sus próximas reuniones con el Ministerio, al que, según ha dicho en Cuenca, le exigirá cumplir con el convenio rubricado, buscar alternativas o, de lo contrario, denunciar el acuerdo y reclamar los 25 millones de euros invertidos hasta ahora.
Reuniones. Hernando ha asegurado que la primera reunión será con el secretario de Estado del Ministerio de Transportes antes de que finalice el presente mes de enero y, más tarde, hará lo propio con el ministro del ramo, Óscar Puente, para avanzar en este asunto.
Ha recordado que el trato era que la Junta de Comunidades se hacía cargo de la antigua N-320 en su tramo entre Cuenca y Albacete, hoy en día la CM-220, y ejecutaría la futura Autovía del Júcar, a cambio de que el Gobierno central construyera la Autovía de la Alcarria, una vía que, según puntualizó «servirá tanto para el desarrollo industrial como para el tránsito de vehículos pesados sin necesidad de pasar por Madrid».
«Es uno de esos acuerdos en los que la Junta ha cumplido y el Gobierno central, no, pero no este ministro, ni la anterior, sino que lleva años que el Gobierno de España no ha cumplido con su parte», ha dejado claro el consejero, al tiempo que ha subrayado que entre tanto «la Junta ha invertido 25 millones de euros, entre el mantenimiento de la actual CM-220 y el pago de estudios informativos o redacción de proyectos para la Autovía del Júcar, que incluso se llegó a licitar, aunque luego el gobierno de Cospedal rescindió los contratos».
Es por ello que, de cara a los próximos encuentros con el Ministerio, Hernando haya afirmado que «si podemos llegar a algún acuerdo, magnífico. Si ese acuerdo significa que van a hacer la Autovía de la Alcarria, se quedan las cosas como están y nosotros seguiremos adelante con el plan de licitar y construir la Autovía del Júcar, si no, pues llegaremos a un nuevo acuerdo en otros términos, porque de lo contrario la única opción que quedaría sería denunciar el convenio por incumplimiento».
En ese caso, el titular de Fomento ha aclarado que exigirían al Ministerio la devolución de los 25 millones de euros invertidos