El Banco de Alimentos de Cuenca tiene previsto aumentar en un 10 por ciento la recaudación de la Gran Recogida, que se celebra entre hoy y mañana en la mayoría de las cadenas de alimentación. Es la previsión que hace Carlos Villaseñor, secretario del Banco de Alimentos de Cuenca, quien subraya que la Gran Recogida de este año está marcada por la ayuda a los afectados por la DANA. «Es un año complicado al que nos enfrentamos, en especial por los daños que ha causado la DANA», explica Villaseñor.
Por este motivo, una parte de la recaudación se destinará a atender las necesidades alimentarias de las personas afectadas por la DANA y, otra parte, a ciudadanos a los que habitualmente atienden los bancos de alimentos y que requieren de su ayuda una alimentación digna.
Desde la apertura de los centros de las cadenas de alimentación, los conquenses podrán contribuir con su grano de arena para combatir la pobreza alimentaria. En este sentido, Villaseñor subraya que esperan una gran respuesta porque «tenemos un gran apoyo de los conquenses y este año aún más con la DANA». En este sentido, desde el Banco de Alimentos de Cuenca se subraya que lo que más se necesita en esta ocasión son productos como aceite, leche o conservas.
La campaña se desarrolla en la mayoría de cadenas de alimentación de manera telemática y de forma física en Alcampo, Carrefour y Comarket. Las donaciones monetarias se destinarán íntegramente a la compra de alimentos y productos básicos que se irán adquiriendo y distribuyendo a lo largo del año en función de las necesidades de cada momento. Para aquellas personas que no pueden acudir al supermercado está abierta la posibilidad de colaborar a través de la web www.granrecogida.org o en el bizum 00090 hasta finales de diciembre de 2024.
Un formato que no convence. Desde el Banco de Alimentos de Cuenca se reitera la preferencia por la donación manual, pero tras la pandemia se dejó para dar paso al sistema actual. «Desde la retirada de la ayuda de la Unión Europea a través del Fondo Español de Garantía Agraria, la situación el Banco de Alimentos es bastante precaria», explica Villaseñor, lo que no impide que se mantengan firmes en su propósito de plantar cara a la pobreza alimentaria. «Nos gusta más el formato de donación física», insiste, porque considera que en las ciudades pequeñas o en los barrios de la capital la gente ve que el dinero donado va directamente a productos.