Un 10 de enero de 1984 fallecía con 53 años de edad el poeta, ensayista, catedrático y biógrafo taranconero Luis Rius Azcoitia, miembro de una larga e interesante saga familiar de poetas y educadores (su padre fue Luis Rius Zunon, alcalde de Tarancón, presidente de la Diputación de Cuenca, abogado, poeta e investigador del folcklore manchego fallecido en 1974), que emigró a tierras mejicanas huyendo de la guerra civil española.
Como escribió Florencio Martínez Ruiz, gracias al tesón de alguno de sus amigos se fue reintegrándose en la geografía literaria, ocupando un sitial entre las ilustres personalidades conquenses. Rius nos dejó una hermosa antología, cuasi póstuma, de su poesía Cuestión de amor y otros poemas, que, gracias al destino, su autor pudo corregir antes de darla a la imprenta… Esta poesía situó al taranconero entre los líricos del exilio español, dentro de las escuadras de la generación del 50, aunque como ha explicado la crítica especializada, su poesía se despegó de los recursos estilísticos más simbólicos o menos realistas.
Luis Rius nació en Tarancón en noviembre de 1930 y vivió en esta localidad de La Mancha conquense hasta los siete años, en que –como otros muchos españoles– abandonaron la piel de toro, primero hacia Francia y dos años después vía Nueva York hasta Hispanoamérica, en un viaje definitivo hacia el exilio novohispano. De su infancia conquense apenas recordará situaciones, olores, sabores, amigos, vivencias, en definitiva; dirá sentirse como un manchego de «tierra adentro».
Su prima Pilar Rius ha recordado los primeros años de la niñez que compartieron en el patio del palacio de los duques de Riánsares de su abuelo común, en el que jugaban y merendaban todos los primos por las tardes a juegos de niñas como el diábolo, la comba, y la pelota «que lanzábamos a la pared».
hispanomexicano. Es en México donde, con su familia encabezada por su padre, comenzará a desarrollar su vida y su obra del que podríamos calificar como el máximo lírico de la historia taranconera. Después de iniciar estudios de medicina en La Habana se decantará definitivamente por su vocación hacia las letras, y es en México donde estudiará Letras Españolas y el grado de maestro en la UNAM, doctorándose años después con la tesis León Felipe, poeta de barro. La identidad, la pertenencia y el destierro de Rius Azcoitia quedó patente en varios de sus poemas y textos: «Somos desterrados. Y si ahora, porque vivimos en México, sentimos un poco que nos falta el sustento de España, mañana, si el caso se da, porque vivimos en España, sentiremos en el mismo grado que nos falta el sustento de México».
Su obra poética, ensayística y periodística está desperdigada en libros (cuatro poemarios), revistas y 'video tapes', dejando una profunda huella especialmente con sus poemarios y una biografía sobre el poeta zamorano León Felipe (León Felipe, poeta de barro). Florencio Martínez Ruiz, que incluyó al taranconero en su antología Poetas conquenses del 50 (los niños de la guerra), situó su poesía en el amor, el destierro y la muerte, finalmente sublimándolo todo y calificó la poesía riusana y al taranconero como un poeta de ensoñador embelesamiento, de expresión alegórica, nada directo en su formación literaria.
Tarancón. Podemos decir por una vez que Cuenca y en este caso concreto su patria chica, Tarancón, ha estado a la altura. La ciudad dio su nombre a la biblioteca municipal, rememorándolo y exaltando su figura siempre que hay ocasión. Rius añoró siempre su tierra natal, su Tarancón conquense y mesetario, de la que fue arrancado siendo niño.