Rumbo a la gloria parisina

Juanjo del Toro
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El taranconero Luis Miguel García-Marquina ultima los preparativos de la cita paralímpica con la idea de «igualar o superar» su gesta en Tokio

Luis Miguel García-Marquina, durante la Copa del Mundo de Maniago en Italia el pasado mes de mayo. - Foto: L.G.M.

Con la resaca emocional todavía presente tras la clausura de los Juegos Olímpicos, la ciudad del amor no descansa como epicentro del deporte internacional y ultima los preparativos de la edición diecisiete de los Juegos Paralímpicos de verano. Una cita que arranca el 28 de agosto hasta el domingo 8 de septiembre, y que contará con 150 deportistas españoles en esta edición. 

El taranconero Luis Miguel García-Marquina pondrá la esencia castellano-manchega junto a otros seis deportistas de la región que competirán para traerse el preciado oro a sus hogares. Marquina realiza durante estas primeras semanas de agosto sus últimos entrenamientos para la que es su segunda cita paralímpica. Una edición que encara con ilusión y el «buen sabor» de haber obtenido en los Juegos de Tokio 2020 la medalla de bronce en la prueba de contrarreloj. 

Una primera recompensa olímpica fruto del esfuerzo del ciclista que en estos diez años ha conseguido posicionarse como un referente nacional del ciclismo en la categoría handbike. «Es un deporte que emociona, cada vez le dedicas más tiempo y la obtención de logros deportivos es una recompensa a todo ese progreso», confiesa Marquina como amante de los deportes que es.

Ese amor que sentía por el deporte que practicaba antes del accidente, el motocross, le hizo conectar rápidamente con la bicicleta llegando a competir en 16 campeonatos de España, alzándose con nueve títulos de campeón nacional. Además, en los últimos años, sus hazañas llegaron a otros países donde consiguió los primeros puestos en los campeonatos mundiales. «Nadie cuando elige un deporte lo hace con la idea de ser profesional o conseguir títulos, el deporte te va absorbiendo y te hace sentir cada vez mejor», confiesa el ciclista que, aunque jerezano de nacimiento, lleva el nombre de Tarancón y la región por las distintas competiciones de ámbito nacional e internacional.

Destino Francia. Con la visión puesta en el país galo, Marquina confiesa que es una «enorme satisfacción» que hayan contado con él para estos juegos y subraya «el orgullo, responsabilidad y respeto de representar a todos los españoles». «Es una carrera más, se prepara con mucha ilusión y detalle pero tienes que mantener la cabeza firme y tener los pies en la tierra», apunta el ciclista que recuerda los Juegos de Tokio como «una experiencia dura» en la que los logros deportivos se vivieron de forma agridulce por la situación posterior a la pandemia.

Unos Juegos que recordaron la importancia de la preparación a nivel mental en la que el ciclista hace hincapié. «Es necesario una preparación física y trabajar unas cualidades mentales, las nuevas generaciones deben trabajar en ese aspecto», puntualiza el ciclista que prepara con ilusión los últimos flecos para darse cita en tan esperada ocasión deportiva mundial.