Tarjetas inclusivas

Manu Reina
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Paco y Alfonso Pérez impartirán justicia en la pista con una enorme felicidad y responsabilidad al convertirse en nuevos árbitros de fútbol

Tarjetas inclusivas - Foto: Manu Reina

Las medias a la altura de las rodillas. Los cordones bien abrochados. El reloj sujeto en cualquiera de las dos muñecas y, por supuesto, con las agujas en pleno rendimiento. La camiseta por dentro del pantalón, el balón siempre bajo el brazo y un último retoque en el pelo antes de salir por la puerta del vestuario en dirección a la pista de juego. Aunque antes de dar los primeros pasos también es importante comprobar que el silbato posee el timbre perfecto y que tanto la tarjeta amarilla como la roja están perfectamente guardadas en el bolsillo. El bolígrafo tampoco puede fallar. Sí, todo esto está listo, es la hora de impartir justicia en el terreno de juego.

Paco y Alfonso Pérez, quienes comparten apellido pero no parentesco, saben muy bien que estos son los pasos que tienen que seguir en la previa de un partido y después poner en práctica todo lo que saben. Los dos son oficialmente nuevos árbitros de iniciación y también un ejemplo de superación porque no hay límites ni barreras que impidan alcanzar sus sueños. El síndrome de down tampoco lo es. «Nos encanta el fútbol y queremos ser árbitros desde hace tiempo», reconocen. Paco explica que «siempre» le ha gustado este deporte y expresa su «enorme ilusión por empezar esta nueva aventura del arbitraje». La misma emoción tiene Alfonso y su rostro es una prueba delatadora. «Quiero disfrutar y hacer un gran arbitraje en todos los partidos», recalca. La felicidad inunda en estos momentos sus vidas y sueñan con llegar algún día a arbitrar «un clásico entre el Real Madrid y el Barcelona». 

Tanto uno como otro, quienes descartan sacar cartulina al jugador hasta que no sea estrictamente necesario, se han ganado a pulso esta titulación. Nadie les ha regalado nada, ni mucho menos. Los dos han tenido que superar las pruebas físicas, teóricas y médicas que exige el Comité de Árbitros de Castilla-La Mancha para obtener la licencia. «Hemos superado la formación», insisten con una enorme satisfacción. 

En su aprendizaje de más de dos semanas han contado con el seguimiento de Roberto Rodríguez, que es árbitro conquense desde hace años y trabajador social de la Asociación Síndrome de Down de Cuenca (Adocu). La alianza entre ellos tres es muy fuerte. El propio Roberto se deshace en elogios y asegura que «lo van a hacer muy bien». Como el resto de compañeros que han cursado la formación de iniciación, estos dos jóvenes comenzarán en el arbitraje de partidos de fútbol sala en categorías prebenjamín, benjamín, alevín e incluso infantil, si se diera el caso. En función de la evolución, y si así lo desean, podrán pasar después a arbitrar duelos de fútbol 8 en estas mismas edades e incluso ser linier en fútbol 11. «El trabajo de ellos les llevará hasta donde quieran», recalca Roberto, que destaca también que los dos «conocen a la perfección el reglamento».  

La tensión del debut siempre inquieta a la mayoría de mortales. Alfonso pitará por primera vez esta misma tarde a sus 26 años de edad en un choque de fútbol sala de categoría alevín en Arcas, mientras que Paco, que cuenta con 32 castañas, hará lo propio este domingo a las diez de la mañana en el mismo escenario. En ambos partidos estará presente Roberto para «hacer un seguimiento de sus arbitrajes y ayudarles si lo necesitan, como lo hacemos con cualquier otro aspirante». Este colegiado y trabajador social de Adocu manifiesta su «orgullo» por compartir arbitraje con Paco y Alfonso y ensalza que «no hay barreras para quienes quieren arbitrar».

Apoyo. El presidente de Adocu, Carlos Vicente Cuesta, es incapaz de contener la emoción y subraya que «hemos dado un pasito más» con la incorporación de Paco y Alfonso en el arbitraje». Cuesta se sincera y explica que «estamos haciendo actividades que hasta ahora ni siquiera nos habíamos planteado». De hecho, «que vayan a arbitrar dos de nuestros chicos es un paso más para normalizar la vida». Además, Cuesta alude a que «alguien puede pensar que no pueden hacerlo, pero todo lo contrario», ya que «todos sabemos que lo van a hacer muy bien y que van a contar con el apoyo de sus padres, familias, amigos y miembros de Adocu».

Por su parte, el delegado provincial del Comité Técnico de Árbitros de Castilla-La Mancha, Luis Miguel Montero, extiende su felicitación a ambos y explica que «para nosotros es una apuesta muy importante porque llevamos unos años intentando hacer cualquier tipo de actividad o curso inclusivo». La iniciación en el arbitraje de Paco y Alfonso «nos alegra enormemente y supone una inyección de moral y energía para todos». «Desde nuestro comité siempre van a tener toda la ayuda y vamos a seguir trabajando para hacer muchas más cosas», sentencia.