Ya lo hemos dejado patente en varias ocasiones, y es que un buen puñado de conquenses han sido, a lo largo de nuestra dilatada historia, grandes e intrépidos militares, a veces anónimos otras héroes, en las mil y una guerras en las que han participado a lo largo del tiempo y la geografía hispánicas.
Uno de esos intrépidos y valientes conquenses que demostraron su valía personal y su valor en los diferentes campos de batalla en los que combatió fue Salvador Poyatos Nieto, nacido en la localidad serrana de Zarzuela, en 1923, hijo de José y Marina. El historiador falangista Juan Manuel Cepeda, en un artículo periodístico, sitúa a nuestro paisano estudiando el bachillerato en la capital de España donde le sorprenderá la Guerra Civil, siendo colaborador de la Falange clandestina.
Salvador Poyatos Suárez, hijo y biógrafo de nuestro protagonista, nos ha matizado algunos de los datos que el historiador falangista aporta a la biografía de su padre en lo referente a su juventud. Y es que la familia sitúa a Poyatos Nieto en la localidad de Zarzuela durante los años de la Guerra Civil, donde también cuidó a su madre, maestra del pueblo, que tenía problemas de salud.
Poyatos Nieto, aunque era menor de edad, se afilió a Falange Española (FET y de las JONS) en la Jefatura Provincial de Cuenca, demostrando su sentimiento 'joseantoniano' que le acompañaron durante muchos años.
Con todo, Salvador vuelve a Madrid en 1941 donde, sin tener la edad reglamentaria, se intenta alistar en las filas de la División Azul para ir a la URRS a combatir al comunismo. No lo consigue, pero pasado un año y con la autorización de su progenitor, el 18 de junio de 1942 marcha al 11º Batallón de Marcha, siendo destinado en el frente a un grupo de exploración.
El 5 de febrero de 1943, en un ardoroso combate, recibe un impacto de proyectil en la mano derecha, perdiendo una parte del dedo índice. Posteriormente, también participó con mucho pundonor en el frente de Kolpino, para posteriormente regresar a España en noviembre de 1943 encuadrado en el 19º Batallón de Relevo.
Ya en la piel de toro cumple con el servicio militar y su espíritu aventurero lo lleva, de nuevo, a intentar de forma autónoma ir a las tierras soviéticas para continuar combatiendo. En 1944 cruzará la frontera gala, para incorporarse a la Wehrmacht germana, pero es detenido por los alemanes que ocupan Francia y es enviado a trabajar a una fábrica situada en Gemblos, en la ocupada Checoslovaquia. Como es lógico en la mente de Salvador Poyatos, su idea es ir a combatir a los 'rusos' y a los dos días abandona la fábrica y se dirige a Berlín donde contactará con otros españoles, como Mario García, un sargento, que le hablará de un grupo de paisanos con los que se dirigirán hacía la ciudad alemana de Uraniemburgo para, en teoría, formar parte de eso que la historiografía ha denominado 'la Legión Clandestina' o 'el Batallón Fantasma' en la que unos pocos españoles a título propio quisieron seguir combatiendo.
Dentro de la peripecia bélica de Salvador, sus dos biógrafos coinciden en el paso de nuestro valeroso combatiente por los activos comandos de Otto Skorzeny, dentro del Batallón Jäger-SS, donde realizará acciones de extrema peligrosidad. La derrota germana hace que se disuelvan todos los grupos intentado huir hacia el oeste europeo, pero los soviéticos frenaran toda vía de escape, deteniendo a Salvador, para posteriormente confinarlo en el campo de concentración soviético de Dessau, del que escapará en agosto de 1945 huyendo hacia el sector ocupado por los estadounidenses. Allí será detenido por los yanquis y repatriado hasta España en el buque Bánfora, desembarcando en Algeciras, llegando en noviembre de 1945 a Madrid.
norte de áfrica e indochina. Salvador Poyatos, además de esta vida de milicia y combate tan apasionante y arriesgada, tuvo tiempo de formar una familia al casarse con una asturiana llamada Leonor Suárez Acero, que le dio tres hijos. Poyatos trabajó como funcionario del Instituto Nacional de la Salud, además de en la Biblioteca Nacional, pero su espíritu aventurero y militar le llevaron a una última aventura por tierras de ultramar, en el norte de África y la Indochina francesa a través de su alistamiento en la mítica Legión Extranjera Francesa durante cinco años, desde 1950.
La hoja de servicios del zarzeruelo no deja dudas de su paso y sus combates por las guerras coloniales que los franceses tuvieron que realizar en los territorios de ultramar que buscaban su independencia. Argelia, Túnez, las tierras saharianas y Vietnam fueron los conflictos en los que Salvador combatió con profesionalidad y en algunos casos con temeridad. Cepeda, en su ya citado artículo, nos recuerda que Salvador combatió en la más que famosa batalla de Dien Bien Phu en la primavera de 1954, donde Francia y sus miles de soldados, muchos de ellos africanos, asiáticos y europeos, fueron derrotados por los rebeldes vietnamitas.
Sabemos que Salvador Poyatos marchó desde Hanoi a la selva a combatir, y que pudo ser herido en combate o en un accidente, pero es cierto que Poyatos relata cómo huyeron él y unos pocos legionarios por la terrible selva, de la derrota sufrida por los franceses en Dien Bien Phu… Por otro lado, en la hoja de servicios de la Legión extranjera gala no aparece ninguna referencia del paso del militar conquense por esa terrible batalla. El historiador Cepeda lo sitúa entre los poco más de 200 supervivientes del terrible combate que arrojó a los franceses de Vietnam.
Su hijo, Salvador Poyatos Suárez, está preparando una trilogía en la que, con parte del archivo de su padre y la investigación concienzuda que está realizando, aportará luz sobre la apasionante vida de este militar conquense.