Más de 720 kilómetros recorrerá a principios del próximo mes de julio el milagro eucarístico de la Santa Hijuela, de Carboneras de Guadazaón, para convertirse en faro espiritual de más de 2.000 jóvenes que van a asistir a la Jornada Eucarística Mariana Juvenil (JEMJ), que se va a celebrar en el Santuario de Covadonga, en torno a la Eucaristía y la Virgen, organizada por la Asociación En Marcha.

Cuenca, por lo tanto, tendrá un protagonismo más que especial en este encuentro pionero en España a través de esta reliquia que quedó impregnada con la sangre de Cristo en el milagro eucarístico de Daroca (Zaragoza), pero que custodia la localidad conquense desde hace ya casi seis siglos, ni más ni menos.

No en vano, la Santa Hijuela, que será llevada hasta tierras asturianas  por varios miembros de la Hermandad de la Santa Hijuela de Carboneras de Guadazaón con la bendición del obispo de Cuenca, José María Yanguas, será el elemento central de la apertura del 'día cumbre' de la JEMJ, el sábado, 6 de julio, al presidir la oración de la mañana en el exterior del santuario, donde más de dos millares de jóvenes arrodillados la venerarán y profesarán su fe, al tiempo que se reafirmarán en la Eucaristía, donde realmente está Cristo. 

Día central de la JEMJ que se culminará con otro de los momentos cumbres de esta cita mariana, como será la gran vigilia eucarística y posterior procesión a última hora de la tarde.

Reavivar la fe.  Esta Jornada Eucarística Mariana Juvenil se ha concebido como un encuentro enfocado a la juventud española para que «vuelva a encontrar sus raíces cristianas en la Eucaristía, donde Jesucristo está vivo, y todo ello a los pies de la Virgen», tal y como apunta a La Tribuna la hermana conquense Isabel Jordán, quien, en este sentido, subraya que «se trata, en definitiva, de avivar la fe de los jóvenes a través de estos tres días de oración, catequesis, talleres de evangelización eucarística y testimonios, con el fin de acrecentar en ellos su amor a la Eucaristía y a María».

Es por ello, que se espera la participación de más de 2.000 jóvenes de entre 14 y 30 años de edad, entre inscritos, voluntarios y otros muchos que acudirán al santuario durante alguno de los tres días de la JEMJ, procedentes no sólo de distintos puntos de España, entre los que se encuentran las comarcas conquenses de Belmonte y Carboneras de Guadazaón,  sino también de, al menos, trece países, como es el caso de Chile, Perú, Noruega o, incluso, Italia, de donde acudirá un grupo de unas 300 personas.

No en vano, aún está abierta la inscripción, que se puede realizar gratuitamente a través de la web www.jemj.org, donde se encuentra toda la información sobre esta jornada, desde las distintas actividades programadas y sus horarios hasta la oferta de alojamientos en la zona o los precios de los kits de comida establecidos para la ocasión.

Intenso programa.  Esta Jornada Eucarística Mariana Juvenil se desarrollará desde el viernes por la tarde al domingo, también por la tarde. De hecho, arrancará a las 19 horas del día 5 de julio con la misa de inicio que presidirá el obispo de Alcalá de Henares, Antonio Prieto, y que dará paso, en torno a las 21,30 horas, a la cena en el recinto del santuario. 

El sábado, día cumbre de la JEMJ, comenzará con un marcado sabor conquense con la oración, a partir de las 9,30 horas, presidida por la Santa Hijuela de Carboneras de Guadazaón.

De esta manera, una hora después, se dará paso a la charla de formación eucarística a cargo del sacerdote de la Hermandad de Hijos de Nuestra Señora del Sagrado Corazón y párroco de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Talavera de la Reina, Santiago Arellanos.

A partir del mediodía, le tocará el turno a cinco talleres eucarísticos, desde el titulado Eucaristía y Pasión hasta el denominado Wake up La Iglesia Perseguida y la Eucaristía. 

Así, tras la comida, se celebrará el rosario con procesión y una misa, para, después de la cena, culminar el día con la Vigilia Eucarística, una procesión y los turnos de vela en la Santa Cueva, a las 23,30 h.

Una adoración eucarística, la misa oficiada por el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, y una comida pondrán el punto y final a esta cita tan especial.