Malos tiempos para la seguridad y salud en el trabajo, a tenor de los datos de siniestralidad que ha arrojado la provincia de Cuenca en los cuatro primeros meses de este 2024 y que ofrecen un panorama un tanto desolador, y lo peor, que se viene repitiendo mes tras mes en los últimos años.

No en vano, el último informe del Ministerio de Trabajo y Economía Social indica que Cuenca despide el primer cuatrimestre con 1.106 accidentes laborales con baja, 82 más que en el mismo periodo de 2023, lo que equivale a un incremento anual del 8 por ciento, y la cifra más alta de los últimos cuatro ejercicios.

Con estos números, no es de extrañar que, desde los sindicatos conquenses, se muestre una profunda preocupación por esta dinámica, que parece haberse consolidado, a pesar de los muchos esfuerzos por conseguir todo lo contrario.

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Reacción sindical. Para la secretaria provincial de CCOO, María José Mesas, «queda bastante por trabajar y avanzar en esta materia», de ahí que llame la atención sobre el verano y haga un  llamamiento a las empresas para que «redoblen esfuerzos y pongan todas las medidas de prevención para evitar los golpes de calor y otros siniestros asociados a las altas temperaturas».

El secretario provincial de UGT, Vicente Martínez, por su parte,  insiste en la necesidad de la figura del Responsable de Salud Laboral en todas las empresas, «tengan el tamaño que tengan y si tienen o no representación sindical», porque considera que «su presencia evita muchas situaciones de posibles riesgos y, por lo tanto, de accidentes laborales».

Subraya que desde UGT no dejan de poner todos sus medios a disposición de empresas y trabajadores, además de acometer numerosas acciones, como por ejemplo, las jornadas técnicas de prevención de caídas en altura en la construcción, a celebrar este viernes en Toledo.

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En términos similares se pronuncia la responsable provincial de CCOO y en su caso afirma que «aún quedan muchas asignaturas pendientes como son las enfermedades profesionales y las infravaloraciones de partes de accidentes de leves a graves, que estamos intentando trabajar para que se clasifiquen como corresponde».

Al detalle. La gran mayoría de los accidentes en el trabajo registrados en la provincia en este periodo se han producido durante la jornada laboral, 1.053, lo que equivale al 95,2%, y han correspondido a trabajadores asalariados, en concreto, 999, el 90,3% del total.

Y en cuanto a su gravedad, lo cierto es que el 98,5% (1.089) de los siniestros en el trabajo han sido de carácter leve, 86 más que hace un año, por lo que se ha producido un incremento anual del 8,6%.

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Tendencia totalmente contraria a la registrada por los accidentes laborales de carácter grave, que en este periodo se han quedado en los 16, dos por debajo de los 18 acumulados hace doce meses a estas alturas del año.

Y lo mismo ha ocurrido con las víctimas mortales, puesto que al término de abril de 2023 ya había que lamentar tres trabajadores fallecidos y en esta ocasión se acaba de registrar la primera muerte del año; en concreto, la de un camionero conquense en Castellón por un derrame cerebral.

La industria manufacturera continúa liderando la siniestralidad laboral en la provincia, con 264 accidentes, el 25,1% del total. Le siguen la construcción, con 160, y agricultura, ganadería y silvicultura, con 137.

De hecho, estos tres sectores concentran más de la mitad de los accidentes laborales con baja.