El acuerdo que firmaron el pasado viernes la Unión Europea (UE) y Mercosur dará origen a la mayor zona de libre comercio del mundo. Sin embargo, este acuerdo para favorecer la compraventa de productos a uno y otro lado del Atlántico, cuestionado por países como Francia e Italia, ha caído como un jarro de agua fría en el campo. La razón es que los agricultores y ganaderos consideran que el acuerdo les deja en desigualdad de condiciones. A priori, este acuerdo puede tener mucha influencia en la balanza comercial entre Cuenca y los cuatro países que integran Mercosur, que son Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
El año pasado, las relaciones comerciales entre las empresas de la provincia que exportan a los países de Mercosur dejó un déficit de 5,8 millones de euros. Es decir, la provincia importa más de esos países de lo que exporta, con el añadido de que la mayor parte de los productos que provienen son del sector agroalimentario. En concreto, el valor de las exportaciones conquenses a Mercosur no llegaron a los dos millones de euros, mientras que las importaciones superaron los 7, 8 millones de euros.
Este año, hasta septiembre, la dinámica se mantiene porque las exportaciones de Cuenca no llegan a los 800.000 euros, mientras que las importaciones suman casi 13 millones de euros.
Precisamente, una de las mayores preocupaciones que han propiciado que las asociaciones agrarias pongan el grito en el cielo, es que la mayoría de productos que provienen de esos cuatro países del otro lado del océano son agroalimentarios. En concreto, a la cabeza de las importaciones figuran las legumbres y hortalizas, seguidas de frutas, madera y jengibre o azafrán.
Organizaciones agrarias como Asaja lo rechazan porque estiman que los países del Mercosur no cumplen con las normas de producción que se exigen a la agricultura de la UE, ya sea en lo relativo a los productos fitosanitarios, al bienestar animal o a las prácticas sostenibles. Así el secretario general de Asaja Cuenca, Manuel Torrero, califica el acuerdo con Mercosur como un «atentado contra el sector productivo español» y que va en contra de los principios de los que presume la UE porque va a permitir que producciones de América compitan en condiciones desleales con producciones nacionales.«Son muchos los productos afectados y es llamativo que aquí la UE no haga balance de los requisitos productivos en aquella zona que son mucho más permisivos de los que nos exigen aquí».
Es un año delicado para las exportaciones conquenses y todo indica que cerrarán el año a la baja. Por eso, este acuerdo supone un obstáculo más para el músculo productivo conquense en los mercados exteriores. Los números globales de cifras acumuladas de los nueve primeros meses del año que dejan las ventas de empresas conquenses en el mercado exterior muestran un descenso que supera el 6% y que será muy complicado de remontar al cierre de ejercicio.
En concreto, según el último informe de Comercio Exterior, hasta septiembre, el valor de las ventas con sello conquense en el exterior ascienden a 398,2 millones de euros, un descenso de 42,4 millones de euros, lo que supone un retroceso interanual del 6,6%.
El campo vuelve a salir a las calles
El acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur es el último episodio que ha colmado el vaso de la paciencia de las organizaciones agrarias mayoritarias por la situación que atraviesa el campo. Asaja y COAG han convocado dos concentraciones la próxima semana, una en Madrid, el lunes, frente al Ministerio de Agricultura, y otra al día siguiente en Toledo, frente a la Delegación del Gobierno. Manuel Torrero, secretario general de Asaja Cuenca señala que entre las reivindicaciones están la situación de los seguros agrarios, la falta de respuesta de la UE al problema de las importaciones de productos que afectan muy negativamente a la región y a Cuenca, el elevado coste de los fertilizantes o el control de las enfermedades en la ganadería.