Las vacantes sin cubrir en las empresas cobran un especial protagonismo en el sector de la construcción. La falta de mano de obra no es sólo un problema conquense, ya que es una situación que afecta muchas provincias, y que cuenta con una difícil solución a corto plazo, entre otras causas por la falta de formación.
Esto se ve perfectamente reflejado en la última actualización del Catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura, correspondiente al segundo trimestre del año. Según este Catálogo, que elabora, el Servicio Público de Empleo (SEPE) del Ministerio de Trabajo, de los nueve empleos en los que falta mano de obra en la provincia, siete corresponden al sector de la construcción y dos al ámbito deportivo. En concreto, los trabajos que más escasean en la construcción son carpinteros de aluminio, metálico y pvc; montadores de carpintería metálica, aluminio y pvc; instaladores electricistas de edificios y viviendas; instaladores electricistas, en general; conductores operadores de grúas en camión: conductores operadores de grúa fija en general; y conductores operadores de grúa móvil.A estos empleos que escasean hay que añadir, además, dentro de un ámbito distinto, deportistas profesionales y entrenadores deportivos.
La conclusión del SEPE no es nueva. De hecho es una falta de mano de obra que se viene repitiendo desde hace tiempo en los últimos catálogos. Precisamente, Rafael Cortés, presidente de la Asociación de Empresas de la Construcción y Afines de la Provincia de Cuenca (Apymec), advertía recientemente en una entrevista en La Tribuna sobre la falta de mano de obra en la construcción conquense: «Estamos en un sector que necesita más trabajadores y en este sentido es fundamental que se ajuste la formación para que los profesionales lleguen donde lo requieren las empresas».
La construcción es un sector estratégico en la provincia y la falta de personal afecta tanto a las obras grandes como a las pequeñas reformas. Son trabajos con más cualificación unos que otros, pero en todo caso necesarios para un sector como el de la construcción muy castigado por las sucesivas crisis como la pandemia y, especialmente, el alza de los carburantes y los materiales de construcción.
De las 9.528 personas desempleadas que había en mayo en Cuenca, 590 son de la construcción.