Adiós al sueño copero

EFE
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El Rebi Cuenca rema a contracorriente pero se queda a las puertas de la fase final a ocho tras perder de forma clara en El Sargal ante un superior Balonmano Logroño

Adiós al sueño copero - Foto: J.A. Lillo

El rugido habitual de El Sargal se transformó este martes en un eco de frustración contenida. El REBI Cuenca, empujado por su afición, soñó con la Final a Ocho de la Copa del Rey de balonmano, pero el sueño se evaporó en los últimos compases de un partido tan vibrante como doloroso. El Logroño, más certero en los momentos clave, selló su billete a Irún con un 33-36 que deja a los conquenses fuera de la lucha copera.

El inicio fue ilusionante para los de Lidio Jiménez. El 3-1 de Perbela en el minuto cinco despertó el entusiasmo en las gradas y apuntaba a una tarde mágica. Sin embargo, la magia se tornó en incertidumbre tras una falta en ataque de Fede Pizarro que cortó la racha local. A partir de ahí, los visitantes encontraron el resquicio para meterse en el partido. El 4-5 de El Korchi, a puerta vacía aprovechando una inferioridad local, marcó el inicio de la remontada riojana.

La superioridad visitante fue creciendo con el paso de los minutos. Logroño encontraba huecos en la defensa conquense, explotando con precisión el juego con el pivote y amparados en un inspirado Xoan Ledo bajo palos. En el minuto 18, Xavi Túa firmaba el 9-13, la máxima diferencia del primer tiempo, justo después de un tiempo muerto de un Lidio Jiménez que trataba de recomponer el ánimo de los suyos.

Cuenca, lejos de rendirse, tiró de carácter. Con una defensa más agresiva y un Sergi Mach desatado, lograron un parcial de 4-1 que puso el 10-11 en el marcador, devolviendo la esperanza al pabellón. El descanso llegó con un ajustado 15-16 y la sensación de que todo seguía abierto.

La segunda parte arrancó con la misma intensidad. El intercambio de golpes no favorecía a los locales, que empezaban a verse superados por la eficacia ofensiva riojana. El 20-26 de Cadarso en el minuto 42 obligó a un nuevo tiempo muerto de Lidio Jiménez. Era el momento de la verdad.

Cuenca reaccionó de nuevo. Tres exclusiones consecutivas de los de Miguel Ángel Velasco ofrecieron oxígeno a los locales. Perbela, desde los siete metros, colocaba el 25-27 y encendía la chispa de una posible remontada. Pero esa chispa se apagó ante el muro que fue Xoan Ledo, protagonista silencioso pero decisivo del encuentro.

Logroño gestionó los últimos minutos con inteligencia, enfriando el partido cuando más lo necesitaba y castigando cada pérdida local con precisión quirúrgica. El 33-36 final reflejó la realidad de un partido donde Cuenca luchó hasta el final, pero no fue suficiente.

La derrota deja un sabor amargo, aunque no empaña el esfuerzo de un equipo que lo dejó todo en la pista. El REBI Cuenca cae, sí, pero con la frente alta. Mientras Logroño celebra su clasificación para la Final a Ocho, en 'El Sargal' ya se empieza a mirar al futuro con el orgullo de quien sabe que la batalla se perdió, pero nunca la dignidad.