Hay aficiones que dejan de serlo para convertirse en algo mucho más importante. Jorge Martínez ha hecho que los juegos a los que jugaba de pequeño lleguen a ser elementos fundamentales sobre los que gire su vida. Sus primeros pasos los dio en el colegio, en las clases extraescolares de teatro. Allí comenzó a desatarse su curiosidad por las bambalinas y el espectáculo...
«Me apunté con mis compañeros de clase para socializar y hacer amigos, lo que no me imaginaba es que mi curiosidad por este mundo se iba a desarrollar tanto». Dejando atrás este grupo más amateur, quiso tomárselo más en serio y comenzó su andadura en el grupo de teatro Sesparke. «De ellos solo tengo buenas palabras, la labor que hacen es espectacular, no solo por preparar obras de teatro, sino por todo el movimiento cultural que promueven en la ciudad; son un colectivo muy importante para la localidad», argumenta.
Junto a ellos se desató su creatividad: «Es una muy buena piña y todos éramos muy proactivos, siempre con ideas, proyectos y dispuestos a llevarlos a cabo o echar una mano con lo que fuese», asegura. En este colectivo ha formado parte de galas, concursos, talleres, campamentos, obras de teatro, un sinfín propuestas en la que ha desempeñado distintos papeles que le han revelado que «a mí lo que más me gusta es estar detrás de la cámara o del escenario, organizando, dirigiendo o grabando».
Uno de los grandes proyectos que ha llevado a cabo Jorge junto con algunos miembros de Sesparke fue la película Ocho apellidos fuenteños. La idea original era hacer un corto, parodiando la película Ocho apellidos vascos, pero con taraconeros y fuenteños en vez de vascos y sevillanos. Cuando él y sus compañeros se pusieron manos a la obra, comprendieron que podían ser un poco más ambiciosos, «habíamos hecho cortos caseros antes, pero para este proyecto nos implicamos al máximo y lo convertimos en una película».
Con lo que más disfruta Jorge Martínez es con el trabajo que hay detrás de las cámaras y ahora estudia para dedicarse a ello - Foto: E.G.G / J.MNo eran profesionales, pero lo tomaron como si lo fueran: «Preparamos el guión, los actores y las grabaciones, en total pasaron más de dos años desde que nos pusimos con el guión hasta que se estrenó la película». Jorge afirma que ha sido uno de los retos más apasionantes a los que se ha enfrentado y algo de lo que está «muy orgulloso».
A pesar de haber probado con otras aficiones como el baile, que le llevó a colaborar con la Sala Raquel Díaz, o el atletismo, disciplina en la que estuvo entrenando y compitiendo con el club CDAT Tarancón durante varios años, ninguna de ellas le atrapó como lo ha hecho el mundillo audiovisual.
Está claro que Jorge no ha perdido el tiempo y ha ido dibujando su camino probando distintas materias y actividades. Sin embargo, dos de sus grandes pasiones no han cambiado y han estado ahí toda su vida. Si algo identifica a Jorge es su afición por los Playmobil y su compromiso y devoción con la Semana Santa de Tarancón. Desde bien pequeño, Jorge «jugaba a la Semana Santa con mis Playmobil, un día, hace ya 15 años, decidí hacer un vídeo y subirlo a YouTube». El joven de 27 años ha dedicado casi media vida a su canal TVIplay. Ahí es donde sube sus elaborados vídeos. «Está pensado como un canal de televisión, durante las épocas marcadas subo vídeos especiales como los que versionan las fiestas patronales o la Semana Santa, durante el resto del año hay programación que a mí me gusta ver en los canales normales como los programas El Hormiguero o Zapeando», dice.
Esta «pequeña afición» le ha llevado a conseguir con sus vídeos hasta 4,5 millones de visitas en la red social TikTok, reunir más de 3.000 muñecos de Playmobil o a ser invitado en los programas que él mismo ha versionado. A través de esta afición ha reafirmado su gusto por la grabación, el montaje y todo lo que conlleva la realización de este tipo de producciones. Según afirma nuestro protagonista, «desde pequeño he tenido claro que quería dedicarme a algo relacionado con la televisión, toda las experiencias que he vivido me lo han dejado más claro todavía y ahora me estoy formando para ello». Ahora Jorge se encuentra terminado sus estudios en el Grado Superior de Realización Audiovisual y aunque todavía no se puede adelantar nada, «previsiblemente voy a llevar a cabo mis prácticas en un sitio que me hace mucha ilusión, probablemente sea en uno de los canales de televisión y uno de los programas más vistos actualmente».
«El camino no ha sido fácil, los vídeos que realizo demandan mucho trabajo, han sido años de aprendizaje y todavía continúo haciéndolo», afirma Jorge. Se considera «afortunado» porque «sigo disfrutando con las cosas que siempre me han gustado, desde que era pequeño y ahora, además, hago que la gente disfrute también... son esas pequeñas cosas las que me animan a seguir». Con ilusión y esfuerzo, este taranconero se ha hecho un hueco entre las celebridades de la localidad, llevando su nombre, el de Tarancón y el de su Semana Santa de Playmobil, por todo el territorio nacional, como demuestran los numerosos aficionados que tienen sus vídeos.